El sector aportó apenas u$s758 M, 36% menos que en el mismo período del mes anterior.
En concreto, en el campo se especula con una inminente devaluación de cara a noviembre y por otro lado con una mayor “radicalización política” del oficialismo, ambos escenarios complejos que por lo pronto demoraría cualquier tipo de decisión por parte de los productores agropecuarios.
En la misma línea, desde la Fundación Mediterránea adelantan que, según sus proyecciones, el 80% de las exportaciones totales de granos y principales derivados industriales del año, estimada en u$s37.300 millones, se habrían completado al cabo de agosto, quedando sólo un 20% para lo que resta del año. “Los envíos se ubicaron en u$s2.900 millones mensuales en el primer cuatrimestre, en u$s3.800 millones en el segundo y se estarían aproximando a u$s2.500 millones en el tercer y último cuatrimestre. Nótese que, entre el segundo y el tercer cuatrimestre, se estaría produciendo un recorte mensual promedio de u$s1.000 millones”, detallan desde el entidad.
En tanto, el dato clave a tener en cuenta es que el recorte estacional en las exportaciones agroindustriales implica perder en los próximos meses entre el 15% y 20% de las exportaciones totales, que pasarían a ubicarse más cerca de los u$s6.000 millones que de los u$s7.000 millones. “Una cifra que deja muy a tiro a las importaciones (u$s5.800 millones) y que por tanto implica perder el importante superávit comercial que se había logrado acumular gracias a precios internacionales extraordinarios de commodities y una finalmente buena campaña agrícola”, adelantan desde la Fundación Mediterránea.
Fuente: Ambito