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¿Quién está liderando esta transición? ¿Estados Unidos? No. China necesita más energía para seguir creciendo y reducir su dependencia del petróleo y gas.

“Comienza una nueva transición energética” escuchamos por todos lados. Una transición termina cuando algo nuevo reemplaza a algo viejo. En los últimos 50 años, el espectacular desarrollo del mundo ocasionó que todas las formas de energía crecieran en su consumo.

Desde 1950, el consumo energético del mundo se multiplicó por 5, el PBI por 7, la población por 2 y las emisiones por 4. Pero no hubo transiciones sino adiciones de nuevas formas de energía.

El hombre vivió miles de años calefaccionándose y cocinando con biomasa, leña principalmente. La máquina de vapor y la revolución industrial sumó a fines del siglo 19 al carbón; el motor a combustión a principios del siglo 20 sumó al petróleo; y la bombita de luz, la televisión y la electrificación en la segunda mitad del siglo 20 al gas, a la hidráulica y a la nuclear.

¿Será internet y la inteligencia artificial las que sumen a las energías renovables al equipo en el siglo 21?. Si hoy todavía el 85% de la matriz energética primaria mundial es carbonífera, ¿por qué ahora se habla tanto de otra transición?

Calentamiento Global

El argumento del calentamiento global, con una temperatura actual en promedio 1.2°C por encima de la época preindustrial ocasionada por la actividad humana según el Grupo Climático de la ONU, lleva la delantera. Sí, solo 1.2°C de temperatura promedio causarían desbarajustes climáticos (inundaciones y sequías).

Siguiendo la cadena de factores, el aumento de temperatura es por el efecto invernadero por el aumento de concentración de ciertos gases en la atmósfera (principalmente el dióxido de carbono) ocasionado por el aumento de emisiones.

De las emisiones el 73% provienen del uso de la energía, 18% de la agricultura y ganadería, 5% industrias química y del cemento y 3% residuos.

“Net zero”

El objetivo al que se llegó en el Acuerdo de París de 2015 es que esa mayor temperatura de 1.2°C no llegue a 2°C e idealmente ni a 1.5°C.

Para esto en 2050 hay que llegar al “Net Zero”, cero emisiones netas, se puede emitir pero también hay que capturar esos gases (más bosques, sistemas de retención de emisiones, etc.). Pero si los gráficos de los expertos de la ONU muestran que la temperatura viene aumentando en los últimos 150 años, ¿por qué ahora nos preocupa más?

Como ya lo mencionara Harari en su célebre Homo Sapiens, el hombre ha acelerado su evolución y desarrollo por la combinación de las ciencias y el capitalismo. Las ciencias como raíz creadora y el capitalismo como combustible motivador. Una vez más estaríamos ante un nuevo caso. Gracias al desarrollo científico, las energías renovables empiezan a ser económicas frente a las tradicionales y puede ser un gran negocio para el capitalismo.

Voto joven

Desde un punto de vista político, los países desarrollados con gran parte de las necesidades económicas cubiertas, ven en “la causa climática” una gran oportunidad de atraer votos jóvenes.

Pero falta algo. El carbón, el gas y el petróleo son formas de energía química que hay que reponerlas constantemente. Estos recursos se producen dónde se los puede encontrar y se consumen donde están los mercados. Requieren gran infraestructura para transportarlos y máquinas para transformarlos en otras formas de energía útiles para el hombre (el gas se quema en una central para transformarlo en energía eléctrica, la nafta se combustiona en el motor para convertirla en movimiento).

Estos recursos son esenciales y por eso generan la dependencia de los países que no los tienen hacia los afortunados que los encuentran en su naturaleza.

Tanto el viento como el sol, son recursos naturales increíblemente abundantes, que no se compran ni venden en los mercados. Estos se transforman en energía eléctrica final que sí se comercia.Por lo que si la transición energética ocurriera, los flujos de recursos básicos mundiales a través de ductos y barcos cambiarían por interconexiones eléctricas entre los paísesUn cambio sistémico del comercio.

Dada la abundancia del los recursos renovables, podríamos festejar la nueva independencia de los países que podrían generar su propia energía independientemente de lo que les deparó la ruleta de los recursos carboníferos. Pero no es tan fácil.

Para generar energías renovables es necesario invertir en molinos de vientos y paneles solares. Deja de ser trascendental el flujo de energía que viene gratis de la naturaleza, para pasar a ser clave el del capital.

De esta forma, la dependencia energética se transformará en dependencia tecnológica y de recursos minerales para construir esta infraestructura. La buena noticia es que esta inversión se realiza al principio y no de manera continua como con los recursos químicos.

El avance de China

¿Quién está liderando esta transición? ¿Estados Unidos? No. China.

China necesita más energía para seguir creciendo. China necesita reducir su dependencia del petróleo y gas de Medio Oriente, Rusia, África y los Estados Unidos.

China tiene capital, tiene tecnología, es el gran fabricante del mundo, tiene minerales. China sabe cómo hacerlo y lo está haciendo. Hoy este país lidera la generación solar (4 veces más que el segundo EEUU) y fabrica 2 de cada 3 paneles en el mundo.

Lidera la generación eólica (más que el doble que el segundo EEUU) y tiene las principales fábricas de molinos. Refina el 80% de los recursos minerales para fabricar baterías y produce el 60% del grafito. También fabrica el 60% de las baterías del mundo y ahí se venden el 44% de los autos eléctricos (creciendo rápidamente).

China tiene conciencia de las consecuencias de no cuidar el medio ambiente con grandes problemas de smog. Con todo esto dicho no sorprende su importantísimo anuncio de llegar al “Net Zero” en 2060 (los anuncios allá son consecuencias de planes concretos ejecutables).

Desde principios del siglo 19, a diferencia de Europa, China se subió tardísimo a la revolución industrial del carbón creyendo que lo único que importaba era la mano de obra.

Lo pagó caro dejando de ser el líder económico del mundo (en términos de PBI). En el siglo 20, Estados Unidos se subió rápido a la revolución hidrocarburífera como productor y consumidor quitándole el liderazgo a Europa.

Recién en el siglo 21 China vuelva a ser el faro del mundo económico gracias a su capacidad productiva y lidera una futura revolución eléctrica del mundo.

*Asociado en Ecolatina, Ex Secretario de Planeamiento Energético y Director Académico en UTDT.

Fuente: Ambito