El incremento de la carga impositiva a los combustibles pactada para fin de año anticipa un posible descongelamiento. El lunes aumentaron los biocombustibles y pusieron presión a los surtidores.
El recientemente aumento en el precio de los biocombustibles que autorizó el gobierno nacional –que incrementa los costos de producción de combustibles- reavivó las discusiones sobre el congelamiento de los precios en surtidor que rigen desde el 16 de mayo. Desde el sector de estaciones de servicio estiman que en diciembre de este año podría haber una nueva actualización, aunque todavía no hay confirmación oficial.
“El precio vos lo congelas hoy, pero cuando lo dejas de hacer vuelve a tomar su camino natural, y ese camino natural trae aparejado la actualización que compensa todo el período de tiempo que no se hizo. Los impuestos están postergados hasta el primero de diciembre. La especulación del sector que hay es que el 1 de diciembre se podrían volver a actualizar los precios si es que se actualizan los impuestos”, señaló el presidente de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines (Cecha), Gabriel Bornoroni, en diálogo con Energía On.
El titular de la confederación que nuclea a todas las estaciones de servicio del país, hizo referencia a la actualización del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y al Impuesto al Dióxido de Carbono (IDC), que el gobierno nacional postergó por decreto hasta el primero de diciembre de este año. Se trata de la carga impositiva que recauda el Estado y que al mismo tiempo utiliza como maniobra para quitar presión sobre las empresas productoras.
“Claramente es una decisión de las petroleras si habrá o no nuevos aumentos. Pero evidentemente si está pisado, o está congelado, cuando se deja de pisar eso trae aparejado actualizaciones que pueden ser más fuertes de lo que deberían ser normalmente”, analizó Bornoroni.
El año pasado, a partir de agosto, el gobierno nacional autorizó a YPF a realizar aumentos en los precios de los surtidores para equilibrar los meses de congelamiento que se acumularon en ese momento. No sería extraño que a fin de este año se vea una situación similar.
El porcentaje de atraso en el precio de los surtidores es un valor que los estacioneros desconocen y que las petroleras dejaron de informar hace ya unos meses. Sin embargo, el número en el que hacen hincapié desde la Cecha es en la caída de ventas.
“Las estaciones seguimos igual que todas las pymes de Argentina, con situaciones complejas, pero con la suerte de que todavía no cerró ninguna estación. En ventas seguimos un 10% abajo en el promedio nacional”, precisó Bornoroni.
Desde que arrancó la pandemia las estaciones de servicio comenzaron a utilizar recursos de inversión para gastos corrientes, en medio de un escenario de fuertes caídas en las ventas, sumado a precios atrasados. Por esto es que uno de los principales reclamos del sector, es la falta de líneas de créditos.
“No hay ninguna línea de crédito para los estacioneros. No hemos podido invertir en nada, solo sacado créditos para subsistir, y las estaciones necesitan inversiones constantes. El precio congelado a la industria nuestra no le hace bien. Se actualizaron todos los elementos que una estación utiliza, como equipos de trabajo, como impuestos, todos los servicios que nos brindan terceros. Todo se actualiza, menos el precio final y termina habiendo una descompensación lógica cuando hay una parte de la cadena que se actualiza y otra no”, concluyó Bornoroni.
Fuente: Rio negro