Qué hay de cierto en esta creencia que circula hace tiempo entre los conductores.
Vamos a arrancar este capítulo de Mitos Fierreros con la respuesta a la pregunta inicial: no siempre el país de producción de un vehículo determina su calidad de producción; es decir, que un auto sea chino no significa necesariamente que sea “malo”.
¿Hay autos chinos de baja calidad? Sí, por supuesto, pero también los hay de muy buena calidad. Incluso existen chinos de marcas premium a los que cualquiera podría confundir con vehículos fabricados en Europa, Japón o Estados Unidos de acuerdo a los estándares de producción más altos del mundo.
Si la industria china no fabricara -también- autos de calidad, no existirían modelos de BMW, Mercedes-Benz, Audi y Volvo producidos en ese país. Ninguna de las marcas mencionadas hubiera regalado el prestigio construido durante décadas por abrir una planta china y ganar más dinero.
En el país asiático en cuestión se producen 25 millones de autos por año. En 2020, más precisamente, se fabricaron allí 25.225.242 unidades. Es un mercado enorme (el más grande del mundo), con compradores de distintos estratos sociales, y vehículos adaptados a la necesidad y posibilidades de los mismos.
En China hay cerca de cincuenta marcas locales que producen autos, y otras casi veinte automotrices extranjeras que se radicaron allí. Además de las mencionadas anteriormente, se destacan las presencias de Tesla, Ford, General Motors, Honda, Hyundai, Kia, Mazda, Mitsubishi, Nissan, Peugeot, Renault, Suzuki, Toyota y Volkswagen, entre otras. ¿Todas fabrican autos malos? Suena improbable, ¿no?
Sin intenciones de entrar en un análisis antropológico, se percibe en esta creencia un fuerte estereotipo cultural. Como se producen en masa y son baratos, muchas personas entienden que su calidad es deficiente. Es curioso, además, que muchas de las personas que opinan abiertamente sobre los autos chinos nunca tuvieron uno.
Es cierto que hay muchos fabricantes chinos que apuntan a los segmentos más populares y construyen autos de calidad mejorable, pero eso ocurre también en Sudamérica. Y, sin embargo, en la Argentina compramos mayormente vehículos producidos en la región. ¿Es de mejor calidad un Gol, un Kwid o un Mobi que un auto chino barato, cualquiera sea? Posiblemente no.
Ocurre que al mercado local llegaron marcas chinas que no se caracterizan puntualmente -salvo casos aislados- por su calidad de construcción, pero en la mayoría de los casos atacan con sus precios. La relación costo-producto de varios modelos chinos es superior a la de más de un auto sudamericano popular.