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Un estudio del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), en julio y agosto después de las medidas restrictivas, los distintos cortes de carne vacuna mostraron en promedio una caída de 1,0% y 1,4% respectivamente.

Un estudio del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), reveló que la carne en el mes de agosto bajó 1,4%. En medio del malestar de los agroexportadores por la extensión de las restricciones a las exportaciones, los datos señalan que el precio de la carne subió en el mes de junio – después de la resolución el 20 de mayo- y luego se mantuvo en baja mes a mes.

Analizando la evolución de las variaciones mensuales a lo largo del año 2020 y los primeros ocho meses de 2021, se observan incrementos significativos de la carne vacuna durante enero (7,6%), marzo (5,6%), abril (9,2%), noviembre (7,7%) y diciembre (20,2%) de 2020, y también en 2021, con particular aumento en los meses de enero, marzo y junio de 2021 (6,3% 7,3% y 7,9% respectivamente). Cortando con la fuerte dinámica alcista, en julio y agosto los distintos cortes de carne vacuna mostraron en promedio una caída de 1,0% y 1,4% respectivamente.

En los cortes considerados “caros” el descenso fue de 1,3%, en los cortes intermedios bajó 1,2% y en los económicos 1,0%. Por su parte, el pollo bajo su precio 0,7%. Dado que la canasta involucra una mayor ponderación de cortes intermedios, el promedio de precios resulto de -1,4%.

Al mismo tiempo, según CEPA, se observa una reducción de la brecha entre los precios del asado y el pollo entero, que se había incrementado sensiblemente en los últimos meses. Esto se debe a un leve aumento del precio del pollo junto con la reducción de precios de la carne vacuna. Es decir, si en julio de 2021, 1 kilo de asado equivalía a 3,66 kilos de pollo, en agosto de 2021, 1 kilo de asado equivale a 3,58 kilos de pollo. El abaratamiento de la carne vacuna respecto al pollo durante el mes de agosto fue del 2,1%.

Los cortes con fuertes bajas son: el vacío (-3,5%), matambre (-2,3%) y cuadrada (-2,2) y el resto de los cortes más parejos al promedio. Sólo se observan leves aumentos en colita de cuadril (0,3%) y nalga (0,1%).

Analizando los cortes vacunos de precio intermedio, las principales reducciones se encuentran en asado de tira (-2,8%), picada especial (-2,1%) y bife ancho (-1,7%), todos ellos por encima del promedio general. Se observa sólo un leve aumento en tapa de nalga (0,3%).

En el caso de los cortes económicos, la principal reducción, al igual que el mes de julio, se reflejó en picada común (-4,8%), falda (-0,8%), y con un leve aumento carnaza común (0,6%) y roast beef (0,1%).

A la cabeza de los aumentos sobresalen cortes de alto consumo popular como el asado (82,6%), vacío (84,1%) y matambre (77,1%). En estos casos se observan incrementos muy por encima de la inflación del periodo.

¿Pérdida de rentabilidad?

Según CEPA, “los argumentos de la baja de rentabilidad son fácilmente cuestionables con extender la serie estadística a los últimos doce meses”. En el informe se observa que la carne en mostrador aumentó 78,4% y 76,8% en hacienda. Con guarismos que superan ampliamente la inflación. Desde agosto de 2020 hasta la aplicación de la medida la carne en mostrador aumentó 69,2% y en hacienda 80,0%. Entre el 20 de mayo y el 10 de junio, como primera reacción a la norma hay un incremento de precios en mostrador y en hacienda: la carne al consumidor alcanza 82,6% de aumento y 88,0% en hacienda en relación con agosto de 2020 (es decir, incrementos de 7,9% y 4,4% respectivamente).

Finalmente, con la aplicación de la limitación de exportaciones se redujo el precio en hacienda (6%) y se estabilizó el precio en mostrador. Si bien este último no logró retrotraer la totalidad del incremento de junio (7,9%), no es menos cierto que redujo sus precios en los dos últimos meses (1% y 1,4%).

 

Fuente: Ambito