Las restricciones vigentes mantienen por el piso los stocks en los locales de venta. El escenario disparó la demanda de usados y recalentó los precios
Las trabas vigentes sobre el dólar, y su efecto directo en las importaciones, sigue intensificando la reducción de stock de vehículos 0 kilómetro.
En el ámbito de las concesionarias hay coincidencias en que los plazos de entrega ya oscilan entre los 6 y los 8 meses, pero sin dejar de reconocer que si no hay cambios en el régimen de acceso a las divisas los plazos podrían complicarse aún más.
La falta de acceso al billete verde complica fuerte tanto a las unidades importadas como a las que se producen en el país. Respecto de esto último, vale recordar que según el modelo el porcentaje de componentes provenientes del exterior que se requieren para su desarrollo total va del 50 al 70 por ciento.
Una consecuencia particular de este escenario es la notable revalorización que evidencian los usados, los cuales a partir de la escasez comenzaron a elevar sus números de ventas y, también, sus precios.
“La segunda mitad del año continuará con una oferta escasa, es por ello que solicitamos que, sin dejar de atender las cuestiones macroeconómicas que deben prevalecer, se contemple una mayor liberación de importaciones. Es un número de dólares que no son significantes, pero que haría crecer de forma muy notoria un sector que es un gran abastecedor de empleo”, afirmó, respecto de las dificultades que atraviesa el 0Km, Ricardo Salomé, presidente de ACARA, la entidad que integra a los concesionarios de todo el país.
“Lo planteamos ahora, ya que todavía es posible llegar a las 400.000 unidades este año. Los concesionarios nos estamos desestockeando cada vez más porque la gente entiende que sigue siendo un excelente momento para comprar autos, motos y maquinarias agrícolas. El momento de las oportunidades es ahora”, añadió, en un comunicado al que accedió este medio.
La continuidad de este momento de faltantes es una certeza que se comparte en el ámbito de la comercialización. En ese sentido, sendos concesionarios del interior bonaerense consultados por iProfesional reconocieron que no hay forma de garantizarles a los clientes la entrega de unidades nuevas incluso en el mediano plazo.
“La oferta se fue reduciendo con el correr de la pandemia. Por situaciones sanitarios, bajó el ritmo de producción en un primer momento. Luego comenzaron las trabas a las importaciones, que originan hasta hoy complicaciones en la disponibilidad de piezas y componentes. A eso hay que sumarle una demanda acelerada. Ese combo derivó en este presente de desabastecimiento”, comentó un comercializador del oeste bonaerense.
La demora se agiganta entre quienes han comprado vehículos mediante planes de ahorro. Terminales y concesionarias, dado que el problema de fondo es el límite en el acceso al dólar que establece una política oficial, no pueden más que informar el porqué de la demora y esperar.
“No hay ni autos importados ni nacionales, porque la Secretaría de Industria no autoriza las solicitudes de importación debido a que el Banco Central no le brinda los dólares”, declaró al respecto Jorge Pesado Castro, representante de ACARA en Santa Fe.
“Hay marcas que tienen autos terminados, pero no tienen airbags para ponerle y los tienen tirados en el pasto”, afirmó. El empresario definió como “poco posible” que la situación alcance alguna mejoría durante septiembre. “Los (vehículos) más interesantes o los más demandados seguramente no van a estar disponibles porque no quedan más”, dijo al portal santafesino ON24.
Usados, cada vez más caros
Consecuencia directa del faltante de 0Km, los usados reflejan hoy una suba de valores que, según el modelo, coloca a algunos vehículos de este nicho por encima de una unidad nueva siempre en términos de precio.
“Estamos inmersos en un mercado totalmente distorsionado. Pese a este crecimiento, la falta de autos usados y repuestos es alarmante”, reconoció Alejandro Lamas, secretario de la Cámara del Comercio Automotor (CCA).
“(El usado) está totalmente demandado, y eso lleva a que los precios en muchos casos estén por encima de los 0km. Esto está haciendo que los locales de las agencias se estén quedando sin producto y, por consiguiente, se deje de vender. Sin autos, los comercios se funden. Esta es la cruda realidad de las agencias del país”, agregó.
En lo que va del año, las ventas de usados acumulan un crecimiento del 20 por ciento versus los primeros ocho meses de 2020. En el último mes, la demanda creció 3,4 por ciento comparada con las ventas de julio.
Lamas anticipó un cierre de año tormentoso por las ventas disparadas, el faltante de unidades y los precios encendidos. “Los próximos meses apuntan a ser complicados, más de lo que pensábamos”, advirtió.
Fuente: Iprofesional