El mercado internacional de crudo deja poco margen de maniobra para los desarrollos locales. El gas presenta mayores oportunidades a largo plazo.
Uno de los consensos de toda la industria local es que en el segmento de petróleo puede desarrollarse una plataforma exportadora más rápido que en el gas, no solo por cuestiones de infraestructura sino también de inversión. Sin embargo, la transición energética a la que se encaminaron gran parte de los países en el último tiempo deja poco margen de maniobra para llevar adelante ese proyecto exportador.
“En el petróleo la ventana de oportunidades es muy chica, yo diría -siempre es difícil ponerle años- pero me cuesta imaginar que, si nos dormimos los próximos 5 años, tengamos una oportunidad muy significativa. En gas es más amplia”, señaló el presidente de Tenaris Cono Sur, Javier Martínez Álvarez, en el Suppliers Day, organizado por el sitio especializado de energía, Econojournal.
Los constantes récords en la producción de crudo que registra Neuquén mes a mes de la mano de Vaca Muerta es un claro ejemplo de cuáles son los objetivos de las operadoras para el corto plazo. Aunque para pasar de simples saldos exportables a una verdadera plataforma se requiere, como mínimo, mayores desembolsos y otro ritmo de actividad.
Algo que el oficialismo busca incentivar con la ley de Promoción de Inversiones Petroleras, que a pesar de que el proyecto se elevó a Presidencia hace más de dos semanas todavía no hubo novedades.
“Se está pensando (en el proyecto) en darle una mirada a largo plazo al plan gas, si esto se cristaliza yo creo que sería una buena noticia, después tiene que estar bien estructurado. En materia de petróleo está en el sentido correcto, pero tiene tan poco impacto que es como un café muy lavado, tan lavado que me cuesta encontrar el café”, analizó Martínez Álvarez.
A pesar de la ironía, el directivo del brazo metalúrgico del Grupo Techint, consideró que al proyecto de ley le falta “fuerza y contundencia” teniendo en cuenta que la ventana de oportunidades es acotada. Si bien el borrador de la ley final no se conoce, uno de los ejemplos sobre esta afirmación, es el porcentaje que se habilitaría para ser exportado dentro del incremental de producción que fijaría el gobierno (arrancaría en un piso del 20%) podría generar un impacto bajo en el segmento.
“El crecimiento del consumo de petróleo va a seguir, el peak oil (el pico de máximo consumo de petróleo a nivel mundial) es muy probable que se dé en algún momento de los próximos años. Y ahí veremos que el petróleo, con la electrificación vehicular, entrará en un plateau y después en una lenta e inexorable reducción. Esto configura para la Argentina una ventana de oportunidad para este negocio”, añadió Martínez Álvarez.
La proyección para el gas
Las perspectivas para el segmento del gas son totalmente diferentes. Considerado como el hidrocarburo de transición y convivencia de las renovables, el gas forma parte de los planes de la mayoría de los países.
Martínez Álvarez es muy optimista sobre lo que puede aportar el gas al mundo y sobre todo para Argentina.
“Es una oportunidad fenomenal. Cuando ves los países centrales el consumo que tienen de carbón en su electrificación es brutal. En China, India, Europa y también Estados Unidos. El gas tiene un recorrido interesantísimo para desplazar al carbón y esto configura una oportunidad para Argentina”, concluyó.
Fuente: Rio negro