El mes cerraría con un nuevo récord cercano a los u$s3.000 M. El incremento de la brecha desalentaría ventas de soja.
En la práctica los productores cobran por sus ventas de granos el valor del dólar oficial al que se le debe restar también las retenciones que paga cada cultivo en particular, para la soja es del 33%. De esta manera si quieren dolarizar sus ingresos deben recurrir indefectiblemente al tipo de cambio paralelo o en el caso de los financieros al dólar MEP o comúnmente llamado Bolsa.
Así es que el incremento de la brecha entre el dólar oficial y los paralelos podría desincentivar la venta de soja que tienen los productores en sus silos que asciende a poco más de 18,4 millones de toneladas que se traduciría a ingresos por alrededor de u$s6.500 millones.
Históricamente los productores argentinos utilizan la soja como moneda de cambio y fondean sus operaciones a partir de la venta de maíz y trigo. En este esquema la soja cumple un rol estratégico en su economía no solo por su valor sino también como respaldo financiero.
A diferencia de lo que sucede en otros países, como por ejemplo Brasil, los agricultores locales venden gran parte apenas termina la cosecha y luego van concretando operaciones en la medida que el precio del grano y el valor del dólar sea más conveniente para su ecuación. Incluso, el año pasado, el Gobierno hasta bajó de manera temporal las retenciones para incentivar las ventas y los productores prácticamente no movieron su intención de venta.
En este marco, desde el Gobierno confían que la suba del dólar blue se debe a una sobre reacción del mercado luego de los mayores controles impuestos en la operatoria con los tipos de cambio financieros más precisamente el CCL y afirman que no hay una devaluación del tipo de cambio oficial en el horizonte.
Lo cierto es que en lo inmediato el mercado espera una retracción en la venta de granos por parte de los productores relacionado también a la incertidumbre que se presenta previo a las elecciones legislativas. El panorama está planteado y por lo pronto, julio ya cerraría como favorable para las arcas nacionales. Agosto continua siendo una incógnita.
Fuente: Ambito