La marca asegura que tendrá motor, caja y batería totalmente nuevos. Sí, será un deportivo híbrido.
El CEO de Lamborghini, Stephan Winkelmann, habló por primera vez sobre el nuevo modelo con el que reemplazarán al Aventador, el famoso deportivo que se despide del mercado tras casi diez años de producción en serie.
En diálogo con el medio norteamericano Autoblog, Winkelmann aseguró que el sucesor del Aventador tendrá “una tecnología diferente, un motor completamente nuevo, un sistema de transmisión totalmente nuevo, una batería nueva… todo nuevo”. “No habrá nada traído del Sian o del Aventador”, adelantó.
El futuro sucesor del Aventador estará impulsado por un motor naftero V12 (será el tercero de este tipo en toda la historia de la marca italiana) de aspiración natural que se combinará con un sistema eléctrico. Esto significa que será híbrido.
Ojo: algunas cosas no cambiarán. Winkelmann dice que se mantendrá la construcción de fibra de carbono, la tracción en las cuatro ruedas, la tecnología aerodinámica activa y el sistema de dirección en las cuatro ruedas. Además, reveló que nunca se consideró agregar un turbo al nuevo V12. “La inducción forzada agrega peso y ejerce una tensión innecesaria en el motor”, explicó.
Al mismo tiempo, el CEO de Lamborghini confesó que los obstáculos regulatorios son parte de lo que impulsa a Lamborghini hacia la electrificación. Este año, la automotriz confirmó que lanzará su primer auto eléctrico antes de 2030. Para conocer el proyecto de transformación de Lamborghini, hacé click en esta nota.
El último Aventador
Para despedir al Aventador a lo grande, Lamborghini acaba de anunciar el lanzamiento de una edición especial de seiscientas unidades con carrocería coupé (hay 350 ejemplares) y roadster (250).
El Lamborghini Aventador LP 780-4 Ultimae (así se llama esta serie limitada de despedida) exhibe un look algo más discreto del que nos hubiésemos imaginado en la previa para una serie final. No hay aletas o tomas de aire fuera de lo común, aunque sigue siendo un Aventador y su silueta nunca pasará desapercibida en las calles. Ofrece 18 tonalidades, pero opcionalmente hay más de 300 personalizaciones posibles.
Se distingue por el nuevo paragolpes delantero que parece inspirado en el Aventador S, excepto porque en este caso viene con un difusor de aire activo y unas nuevas tomas de aire que, según la marca italiana, le permite al vehículo ganar eficiencia aerodinámica y mejorar la refrigeración del motor. Atrás se observa un alerón activo de tres posiciones que se regulan según las intenciones del conductor. Básicamente su trabajo es optimizar el flujo del aire y colaborar con el enfriamiento del conjunto de frenos.
Cada una de las modificaciones se realizó pensando en conservar el bajo peso del vehículo a fin de mantener las buenas prestaciones. La versión coupé acusa 1550 kilos en la báscula y la roadster, 1600. La diferencia se debe al peso del sistema que abre y cierra el techo. Son 25 kilos más livianos que el Aventador S.
Lo cierto es que el último Aventador de serie de la historia acelera de 0 a 100 km/h en 2,8 segundos y alcanza una velocidad máxima de 355 km/h en la variante coupé. La roadster llega a la misma velocidad de punta, pero sube a 3,8 segundos la aceleración de 0 a 100 km/h.
El motor es un V12 de 6.5 litros de cilindrada que rinde 770 caballos de potencia a 8.700 rpm, con un par máximo de 720 Nm. Así las cosas, tiene 39 caballos de potencia más que el Aventador S y 10 más que el Aventador SVJ. La caja automática de siete velocidades envía la fuerza hacia los dos ejes (tracción 4×4) con cambios realizados en apenas 50 milisegundos.