Para la segunda mitad del año se espera que el ingreso de divisas del sector se ubique en un mínimo de u$s8.500 millones y un máximo de u$s15.200 millones.
Más incentivos
En tanto, desde la consultora económica resaltan: “Aspirar al máximo sólo sería posible si las cerealeras salen a comprar -ofreciendo precios atractivos a productores- la producción acumulada, pero para que ello suceda el Ejecutivo debería otorgarles incentivos para exportar. Por lo pronto, en apenas 5 días hábiles de julio, el BCRA compró u$s374 millones en el mercado, más de la mitad de los dólares que había adquirido en todo junio (u$s727 millones), lo que indicaría un buen volumen de exportaciones concretado”.
A su vez, la otra visión es que varios factores que pueden demorar las ventas externas del sector. “Entre ellas se encuentran la incertidumbre del proceso electoral, una tasa de interés en pesos poco atractiva, la elevada liquidez de los productores agropecuarios y el comportamiento de las cerealeras. En el peor de los casos, si los volúmenes exportados fueran los menores observados en los últimos 5 años durante la segunda mitad de 2021, las liquidaciones cerrarían el año en torno al récord de u$s 25.000 millones, acumulando cerca de u$s8.500 millones en el segundo semestre”, explica el informe elaborado por Equilibria.
Otro factor a tener en cuenta son los precios internacionales de los commodities del agro y aquí las proyecciones no parecen ser de todo alentadoras. Luego de que la soja estuviera muy cerca de los u$s600 por tonelada, las cotizaciones comenzaron a mostrar un franco retroceso. Para la segunda mitad del año se espera que esta tendencia continúe y por eso la recomendación para los productores agropecuarios es que tomen posición con los precios actuales.
Fuente: Ambito