El objetivo de lograr emisiones netas cero en 2050 implica transformaciones en el cómo se produce, transporta y usa la energía a nivel mundial.
“Estamos inmersos en una carrera hacia la neutralidad del carbono: no es una carrera entre países, sino contra el tiempo”, declaró a la AFP el director de la AIE, Fatih Birol, y continuó: “Las regiones en desarrollo, que albergan a dos tercios de la población mundial, generan el 90% del crecimiento de las emisiones pero solo reciben el 20% de los fondos dedicados a la energía limpia”.
El informe de la AIE, publicado en colaboración con el Banco Mundial y el Foro Económico Mundial, destaca la importancia de la financiación privada pero añade que la acción internacional y los fondos públicos tendrán que actuar como catalizadores.
“A nivel mundial no falta dinero pero no va a parar donde más se necesita”, concluye Birol. “Los gobiernos deben dar a las instituciones financieras internacionales un mandato estratégico para financiar las transiciones energéticas en los países en desarrollo”.
Fuente: Ambito