Es según datos del Instituto Argentino de Petróleo y Gas (IAPG). Las empresas internacionales avanzan con sus desarrollos y registran saltos en su producción no convencional que marcan el crecimiento de la producción total de crudo de la Argentina. La exportación como oportunidad y necesidad real.
Según datos del Instituto Argentino de Petróleo y Gas (IAPG), si se compara el primer trimestre del 2021 contra el mismo periodo del año pasado, se observa que Vista obtuvo en el primer trimestre del año 25.996 barriles diarios de crudo, un 58% más que el mismo período del año pasado en el que obtuvo 16.459 barriles diarios.
De ese total, 16.733 barriles diarios son de petróleo no convencional que provienen de su proyecto insignia en el bloque Baja del Palo Oeste, en donde también subió con respecto al año pasado (+11.406 barriles diarios contra el primer trimestre de 2020). Los saltos en su producción se explican por la reducción en sus costos de desarrollo del 24%, y la reducción del costo de perforación y completación que disminuyó un 45% desde la puesta en marcha de sus primeros pozos a inicios de 2019.
Shell produjo 15.219 barriles diarios versus los 8.785 registrados en el primer trimestre del 2020. Solo en el no convencional, registró 14.965 barriles diarios producidos en el primer trimestre del año contra los 8.510 barriles registrados en el mismo periodo del 2020.
La compañía, con sede en los Países Bajos, amplió su potencial en Vaca Muerta con dos bloques operados por Total y adquiridos en 2014, y cinco bloques en la ventana de petróleo: Sierras Blancas, Cruz de Lorena, Bajada de Añelo, Coirón Amargo Suroeste y Bandurria Sur.
En 2014, tras la nacionalización de YPF, y a partir de la incorporación de la adenda a la Ley de Hidrocarburos, Petronas ingresó a la formación en el bloque La Amarga Chica en alianza con la petrolera de bandera. Ese acuerdo permitió generar nuevas reglas de juego para el incipiente desarrollo del shale local que había nacido tras el histórico acuerdo entre YPF y Chevron, un año antes.
La compañía malaya registró una producción no convencional de 12.552 barriles diarios, 3.212 barriles más que el año pasado. Recientemente anunció que para fines del 2021 espera tener perforados 155 pozos (hoy tiene más de 60) para alcanzar 60.000 barriles diarios de producción.
Durante su última presentación ante inversores, Miguel Galuccio, presidente y CEO de Vista dijo que “Bajada del Palo Oeste continúa mostrando una excelente mejora en los costos de perforación y completación, lo que ha permitido que nuestros costos de desarrollo estén cerca de los 7 dólares por barril”. Además, señaló que “creemos que es posible llevar ese número a valores más bajos aún”.
El presidente de Vista indicó que en términos de producción “la compañía está por delante de los objetivos propuestos para este año, lo que puede posicionarnos por encima de nuestra curva de flujo de caja en 2022. Esto nos permitirá acelerar nuestro desarrollo en Vaca Muerta e impulsar nuestra estrategia de Sustentabilidad para convertirnos en un operador de bajas emisiones”.
Desde Shell Argentina señalaron que, “a pesar de la abrupta caída de la demanda y otros impactos que trajo la pandemia en 2020, desde fines del año pasado logramos abastecer plenamente con producción propia los 12.000 bpd de capacidad de procesamiento de nuestra primera planta de producción en Sierras Blancas”.
Asimismo, fuentes de la empresa le dijeron a Ámbito que “como paso siguiente en el marco de nuestro proyecto de desarrollo en la ventana de petróleo de Vaca Muerta, multiplicaremos esa capacidad de procesamiento a 42.000 bpd con la puesta en marcha en el corto plazo de una segunda planta de producción de 30.000 barriles de capacidad que esperamos abastecer completamente para el año que viene o el siguiente. Por último, en Shell Argentina la firma que conduce Sean Rooney, sostuvieron que “mientras tanto, seguimos con nuestro plan de perforar más de 35 nuevos pozos este año para sumar producción a ambas plantas y con varias obras de infraestructura para seguir ganando eficiencia en la operación y reduciendo costos de transporte”.
Proyección
Algunos reportes sectoriales consignan que, si la producción de Vaca Muerta sigue registrando estos niveles, podría eventualmente suplir una parte del declino de la producción proveniente de los pozos convencionales. De esa forma, se blindaría el autoabastecimiento energético, lo que decantaría en una reducción significativa de las necesidades de importación.
Agregan que, con estos volúmenes de producción, y con la demanda interna cubierta, la principal fuente de crecimiento de Vaca Muerta podrá pasar por un esquema orientado a la exportación, preservando siempre el mercado local.
Sumando algunas cifras del sector, por ejemplo el año pasado se exportaron 7,1 millones de barriles a distintos mercados internacionales y regionales. Según la Secretaría de Energía, las principales operadoras llevan exportados a mayo de este año más de 2,6 millones de barriles. Y junio, ya tiene permisos solicitados por 1,3 millones de barriles.
En este escenario de incremento de la actividad y de producción, los analistas sostienen que los desafíos radican en la generación de un esquema de exportación de volúmenes incrementales sostenible en el tiempo; disponer libremente de parte de las divisas que se generen y dar previsibilidad de precios para el crudo local, que viabilice un desarrollo rentable y sustentable que, además, atraiga nuevas inversiones. Y aliente a mayores desembolsos de los jugadores que ya están apostando por el shale argentino. Luego de los cortes de ruta y el entendimiento alcanzado con los sindicatos del sector, Vaca Muerta respira un poco y rearma el camino de su desarrollo con empresas de escala global como protagonistas.
Fuente: Ambito