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Rodolfo Freyre, Vicepresidente de Gas, Energía y Desarrollo de Negocios de PAE, analizó la coyuntura actual de los hidrocarburos, se refirió a la posibilidad de exportar gas a los países de la región e hizo mención a la importancia de contar con una estabilidad macro para planear los desarrollos.

Los hidrocarburos como uno de los factores que pueden impulsar el crecimiento de la economía argentina, con los desafíos y las necesidades que ello conlleva, fue el tema abordado por Rodolfo Freyre, vicepresidente de Gas, Energía y Desarrollo de Negocios de Pan American Energy durante su disertación en Ámbito Debate.

Al analizar el impacto que la pandemia tuvo en la compañía, y en la industria en general, Freyre remarcó la virtud que tuvo la firma para “reacomodarse rápidamente”: “Aprendimos a convivir con esto y nos fuimos acomodando, desde lo que fue el campo, en los yacimientos y en la producción, hasta en lo que es en la oficinas, con menor presencialidad”. En ese sentido, el directivo de PAE señaló respecto a la segunda ola: “Nos agarra mejor preparados desde el punto de vista de la logística”.

Freyre puso el foco también en la transición energética y la oportunidad que cuenta el país con Vaca Muerta para la producción de gas. “La oportunidad de Vaca Muerta no es para siempre. Porque los países le ponen horizontes de veinte o treinta años a las energías fósiles, como el petróleo, para suplantar los componentes de las distintas matrices energéticas. El gas, tiene la virtud que dentro de los fósiles es el combustible más limpio, y tiene espacio para ser un actor principal dentro de esa matriz energética. Mi punto es que no tenemos que perder la oportunidad que tenemos ahora. Tenemos ahora que ver cómo desarrollar Vaca Muerta, porque cualquier proyecto para desarrollarlo requiere tiempo”, remarcó Freyre.

El directivo de PAE sostuvo, en ese contexto, el desarrollo de un proyecto de GNL requiere entre siete y ocho años y es por eso que llamó a “no seguir demorando para no perder esta oportunidad”. “Un proyecto de GNL de alrededor de 20 millones de metros cúbicos, requiere todo un desarrollo. Estamos hablando de mucho dinero, mucho tiempo. Eso no lo hace generalmente solo una empresa: en Argentina, es más lógico pensar que, dada la magnitud de la inversión, es probable que se tenga que armar un consorcio de productores para poder financiar eso. Se va a necesitar mucha deuda, por lo que la estabilidad macro es un elemento esencial para poder desarrollar un proyecto”, subrayó Freyre.

Finalmente, sobre la posibilidad de exportar gas y, al mismo tiempo, atender la demanda doméstica en las épocas de elevado consumo, remarcó: “En el invierno, el consumo residencial crece mucho. Pero creo que se puede ofrecer un producto para exportar todo el año y algunos picos de demanda cubrirlo con importación. Es mejor poder exportar 365 días por año y tener que pagar la importación algunos días, que estar con productos que por ahí no calzan con lo que el mercado necesita. Porque cuando salgas a exportar GNL, es probable que los clientes quieran el producto todo el año. Entonces, tenemos que aprender a convivir con eso. El mercado de gas permite flexibilidad, hay que aprovecharla”.

 

Fuente: Ambito