Cómo impactará el proyecto que presentó el Frente de Todos para reducir la tarifa de gas en las regiones más frías.
P.: ¿Cómo se financia esta ampliación? ¿Más subsidios o cómo?
F.B.: Cero subsidios adicionales. El Fondo Fiduciario que mencioné, a partir del cual surgen los recursos para hacer frente a esos importantísimos descuentos en las facturas, se nutre de un recargo sobre el precio de venta del gas en boca de pozo que pagan los usuarios y las usuarias del servicio público de gas por redes. Lo recaudado viene entonces a compensar la menor recaudación de las distribuidoras por la aplicación del beneficio. Si tomamos una factura, ese recargo y para todo el país es de 4,5% sobre el precio del gas (apenas 0,3% del monto total facturado). Cuando se apruebe el proyecto de ley que presentaron los bloques del Frente de Todos, Consenso Federal y Unidad y Equidad Federal, ese recargo pasa de 4,5% a 5,2%. Es decir, menos de un punto porcentual.
P.: ¿Cuánto es en pesos ese recargo?
F.B.: Para un hogar que no se encuentre en la zona fría hablamos de un aumento de entre 4 y 5 pesos en la factura. Con este recargo a nivel residenciales y pymes, más el aporte del recargo que proviene de lo que pagan los usuarios no residenciales (grandes usuarios industriales, por ejemplo), se financia ese Fondo Fiduciario. Cabe destacar que el grueso de los aportes provienen de este último recargo, ya que el aumento en el precio del gas en boca de pozo se dio en este segmento.
P.: Entonces por zona fría, que se autofinancia, pasaríamos a tener cerca de 4 millones de beneficiarios.
F.B.: Efectivamente. Y lo más valioso o trascendental: seguimos cumpliendo con la instrucción del Presidente de la Nación, Alberto Fernández, de terminar con la pesadilla tarifaria macrista, reemplazándola por un servicio público que se pueda pagar y que sea entendido y aplicado como un derecho social. Este es el espíritu de esta iniciativa, revolucionaria por cierto en su impacto y su concepción, ya que tiene criterios de inclusión que cubre a los más vulnerables. Pero, además, y que es digno de destacar, se cumple con nuestra promesa electoral y con los reclamos de millones de argentinos y argentinas que fueron sumergidos en la pobreza energética con Macri, obligados a elegir entre alimentarse o calefaccionarse -como bien recordó el Presidente en su discurso del 1 de marzo-. Entre principios de 2018 y diciembre de 2019 se perdieron 800.000 beneficiarios de la tarifa social. En marzo de este año, logramos frenar el declive de personas con tarifa social. En 2020, rescatamos de la pobreza energética a cerca de 3 millones de usuarios y usuarias, las 3 millones que sumió Macri en la pobreza energética durante su mandato. En 2019, 4 de cada 10 hogares terminaron siendo morosos en materia de servicio público. Pues bien, iniciativas como las del proyecto de ley de zona fría se proponen revertir todas estas injusticias e inequidades, que no son otra cosa que lisas y llanas violaciones a los derechos sociales y humanos consagrados en nuestra Constitución Nacional. Escuchamos los problemas que el neoliberalismo causó al pueblo argentino -más los generados por la pandemia, los identificamos y actuamos en consecuencia para resolverlos.
Fuente: Ambito