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Con un ingreso récord de dólares durante el primer cuatrimestre gracias a los altos precios internacionales, la agroindustria cobra cada día más protagonismo en la escena económica.

La liquidación de divisas del sector agroindustrial ascendió en abril a u$s3.031 millones, una cifra que duplica los ingresos del mismo período del año pasado. Ese monto permitió cerrar un primer cuatrimestre con un total de ingresos por exportaciones de u$s9.755 millones, la cifra más alta desde 2016.

El dato que reportan la Cámara de la Industria Aceitera (Ciara) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC) tiene un fuerte impacto desde lo que representa el ingreso de dólares al país, pero también tiene una relación directa con el fuerte aumento de las exportaciones, en particular con las de mayor valor agregado. En cuanto al aceite de soja, se evidenció una importante reactivación durante enero (638.398 toneladas), febrero (442.786) y marzo (483.687), lo que totalizó en el primer trimestre 1.564.870 toneladas, una cifra que es récord histórico y responde a la firme demanda a nivel mundial. Algo similar ocurrió con las exportaciones de harina de soja, que también tuvieron un fuerte aumento en los meses de marzo (2.277.903 toneladas), febrero (1.865.225) y enero (2.392.176), por lo tanto se logró una cifra récord en el trimestre, que cerró en 6.535.203 toneladas.

El agregado de valor salió nuevamente a escena y mostró parte de su potencial. Es que el nivel de uso de la industria (molienda real versus la capacidad teórica máxima), tuvo una fuerte recuperación en el trimestre, con valores cercanos al 59% y 62%, luego de haber llegado al mínimo histórico del 15% durante diciembre pasado.

Gustavo Idígoras, presidente de CIARA-CEC, aseguró que “son números extraordinarios, reflejo de un mercado internacional muy activo en términos de demanda mundial y de un efecto climático que perjudicó a grandes países productores, como Brasil y en parte también a la Argentina”.

El dirigente empresario destacó que las industrias del sector tuvieron una rápida capacidad de respuesta, ya que por más que tengamos precios internacionales muy altos, si no hay capacidad para exportar, la oportunidad de capturar una mejora en el precio se pierde.

Los altos precios internacionales reactivaron el negocio. “En este cuatrimestre compramos a los productores todo lo que podíamos e hicimos lo mismo con los embarques. Lo logramos gracias a la paz social que se registró en los puertos, a que no tuvimos trabas en la cadena de valor y a que podemos trabajar por ser una actividad esencial”. Idigoras agregó que más allá de lo que genera la actividad agroindustrial para la economía, “este año van a ingresar cerca de 3.000 millones de dólares adicionales -que se suman a los más de 8.000 millones de dólares que ingresan al fisco cada año vía derechos de exportación- gracias a los precios y el volumen actual de exportación. Según el empresario, ese “extra” representa el total de los gastos nacionales de la política sanitaria y de subsidios por la pandemia, por lo tanto “el ingreso incremental por derechos de exportación le permitirá al estado atender las vicisitudes que estamos viviendo como sociedad debido al coronavirus”.

No quedan dudas que el camino hacia la estabilidad económica del país debe tener como protagonista al sector agroindustrial. Por eso, es importante el tratamiento que se le pueda dar a la “Estrategia de Reactivación Agroindustrial Exportadora, Inclusiva, Sustentable y Federal”, el proyecto de ley que elaboran en conjunto el Consejo Agroindustrial Argentino (CAA) y el gabinete económico. Se trata de una ley que otorgaría beneficios a las nuevas inversiones, generaría más empleo y aumentaría los niveles de producción y exportación. Se estima que el proyecto quede definido durante el mes de mayo y si eso ocurre, el Poder Ejecutivo lo enviaría rápidamente al Congreso para su tratamiento.

 

 

Fuente: Ambito