Los secretos de la agricultura de impacto positivo
“Y yo… ¿qué puedo hacer al respecto?” El interrogante, mezlca de impotencia y hastío, es bastante frecuente cuando nos enfrentamos a los grandes desafíos de la humanidad en el siglo XXI. El cambio climático, un proceso que lleva décadas y que tiene en el calentamiento global y sus consecuencias la expresión más cabal de la urgencia, no es la excepción. Ante su fenomenal avance, podemos tomar dos caminos: no hacer nada, o comprometernos a detenerlo.
El segundo es sin dudas el sendero que ha comenzado a elegir el campo argentino, poco a poco, día a día, hectárea a hectárea, para contribuir a la mitigación del impacto en el medio ambiente que tienen, inevitablemente, todos los sistemas productivos. Sí: la Argentina es un ejemplo y puede dar un salto categórico en materia de sustentabilidad para la región.
¿Por qué es importante el campo? Es simple: por su relevancia en el medioambiente, la agricultura es clave para absorber gases de efecto invernadero. La pregunta, entonces, es qué hacemos al respecto.
Lo primero es entender el fenómeno. El cambio climático se mide a través de la Huella de Carbono. Este indicador representa la medida en la que una persona, producto u organización contribuyen a la emisión de gases efecto invernadero a la atmósfera, expresada en toneladas de CO2 equivalente.
La deforestación, la quema de combustibles fósiles y la transformación de suelo para uso agropecuario, industrial y urbano son algunas de las acciones del hombre que impactan sobre el medio ambiente.
La reducción de las emisiones de dióxido de carbono no es hoy suficiente para detener el calentamiento global, para lo cual debemos poner en marcha medidas que permitan absorber más CO2 del que se genera. Y es por ello que el campo es un agente clave para tomar acción ante el cambio climático.
Lo primero, entonces, es conocer la huella de carbono que se produce ya sea individualmente, de un proceso productivo u organización. Esto nos permite gestionar acciones para la reducción de las mismas y/o la compensación con distintos recursos, que van desde la compra de bonos de carbono hasta la plantación de árboles.
Una vez comprendido el fenómeno… ¿qué podemos hacer? Desde Corteva lanzamos el programa de Secuestro de Carbono junto con Carbon Group para brindar al productor las herramientas necesarias para medir el impacto que tiene su actividad en el clima, y, a su vez, instrumentar mejoras en sus procesos productivos.
El beneficio es múltiple: además de su impacto directo en el medioambiente, una mejora de esos procesos agrega valor al producto final, el alimento, en una sociedad cada vez más exigente en la acción frente al cambio climático.
Las acciones centrales de nuestro programa se sustentan en estas 3 instancias clave.
- Medir. Los productores que ingresan a nuestro programa pueden medir sus emisiones obteniendo un valor de balance de carbono, es decir qué costo ambiental tiene la producción en sus campos.
- Diseñar. Luego de medir, se define un plan de trabajo con diferentes mejoras a implementar en el manejo productivo por 4 años con el objetivo de no solo disminuir emisiones sino también capturar o secuestrar carbono de la atmósfera.
- Certificar el cambio. Los productores que aplican estos cambios obtienen una certificación desde el inicio de su participación en el programa para posicionarse en el mercado y potencialmente poder acceder a beneficios como acceso a créditos verdes y venta de bonos de carbono.
En la Argentina contamos ya con 16.000 hectáreas suscriptas al programa. Los resultados son producto del arduo trabajo desarrollado con acuerdos de cooperación en el país con productores estratégicos que aportaron campos destinados a cultivos agrícolas en las zonas de Salta, Santiago del Estero y el sur de la provincia de Buenos Aires (Necochea).
A su vez, iniciamos conversaciones con otros productores interesados en formar parte del programa en siete provincias argentinas, que representan unas 20.000 hectáreas más para incorporar al programa durante 2021. El objetivo planteado para este año es conseguir 30.000 nuevas hectáreas.
Trabajando en alianza con los productores y nuestros socios estratégicos, y con la naturaleza como nuestra principal guía, estamos logrando desarrollar estrategias sostenibles a mediana y gran escala para la mitigación del cambio climático.
Fuente: Cronista