Las trabas a las importaciones provocaron desabastecimiento del mercado. Afecta especialmente a modelos de gamas media y alta.
Cuánto tiene que esperar un interesado para comprar uno de estos modelos es relativo. Depende de la posibilidad del propietario de conseguir un 0 km y poner al venta su usado, pero en las concesionarias ya están haciendo listas de esperar para cuando aparezca una oportunidad. “La gente nos pide que los anotemos y nos dejan el teléfono para que los llamemos si llega el vehículos buscado. Para algunos modelos tenemos tres o cuatro interesados en comprarlo”, explicó el dueño de una agencia de Palermo.
El faltante de vehículos usados es variado. La mayoría son de importados fuera del Mercosur ya que esos son los 0 km que más dificultades tienen para ingresar al país. Se trata, principalmente, de vehículos de alta gama o premium pero también escasean modelos de gama media o de pickup nacionales.
En un sondeo realizado en distintos locales de “segunda mano”, los nombres que se escuchan como los más demandados son Honda Civic y HR-V, Hyundai Santa Fe y Tucson, Kia Sportage y Sorento, Toyota SW4, Nissan Sentra, Renault Captur full y las pickup nacionales en sus versiones tope de gama con caja automática. De todas maneras, el faltante es generalizado y se siente con mayor fuerza en todos los modelos de las marcas alemanas de lujo.
Esto hace que los precios suban a un ritmo acelerado. Tradicionalmente, la brecha entre un valor de un auto nuevo y uno con dos o tres años de uso suele rondar entre 25% y 30%. Incluso, hubo épocas en que fue mayor. Sin embargo, la actualidad desapareció. Además del faltante de vehículos nuevos, el tema económico juega a favor de los usados. El costo de sacar un 0 km de una concesionaria y el mantenimiento en cuento patente y seguro hace recapacitar a muchos compradores de embarcarse en esa aventura. Un usado relativamente nuevo y con pocos kilómetros es un producto atractivo y obliga a un desembolso inicial menor.