Un auto histórico: el Porsche de Pablo Escobar salió a subasta por un precio que nadie puede creer

El Porsche 911 RSR de 1974 que perteneció a Pablo Escobar (1943-1993) salió a subasta por un precio estratosférico: 2,2 millones de dólares, cifra con la que se podrían comprar, por ejemplo, 210 unidades del Fiat Cronos, el auto más vendido hoy por hoy en la Argentina entre los cero kilómetro.

Si el auto vale tanto, es porque habrá alguien dispuesto a pagarlo. Y eso se debe a que se trata de un Porsche casi único, del que se fabricaron apenas quince unidades en toda la historia. Para colmo, lo manejaron desde campeones de la Fórmula 1 hasta el narcotraficante más famoso del mundo.

La historia cuenta que en 1974 se creó la Internacional Race of Champions (IROC), en español Carrera Internacional de Campeones, para que compitan entre sí pilotos campeones de otras categorías, entre ellas la Máxima.

La organización mandó a producir apenas quince unidades. De esas quince, había tres de repuesto y doce para los pilotos. Ellos fueron: Mark Donohue, Peter Revson, Bobby Unser, David Pearson, Richard Petty, AJ Foyt, Emerson Fittipaldi, George Fullmer, Dennis Hulme, Bobby Allison, Gordon Johncock y Roger McClusky.

Lo curioso es que cada vehículo fue pintado con un color en particular, a fin de aprovechar las ventajas que las competencias de automovilismo empezaban a observar con la televisación a color en distintas partes del mundo.

La unidad que se subasta es la que manejó en aquella competencia Emerson Fittipaldi, nada menos que el dos veces campeón (1972 y 1974) y dos veces subcampeón de la Fórmula 1 (1973 y 1975). El brasileño también fue campeón de las 500 Millas de Indianápolis en 1989 y 1993.

Como consecuencia, el Porsche en cuestión se conoce como “el auto de Fittipaldi”, aunque luego perteneció a otras personas y participó de varias competencias. Entre ellas se encuentra Pablo Escobar, que también lo adquirió para competir. Tiene un motor naftero 3.0 litros refrigerado por aire.

El jefe del Cartel de Medellín fue un gran fanático de los fierros. Comenzó corriendo en motos y luego pasó a los autos. Utilizó este Porsche en varias pruebas de Colombia. En ese entonces, cambió el color de la pintura original por la del 935 con los colores de Martini. Los dueños posteriores lo restauraron nuevamente y le devolvieron el estilo anterior, con los colores amarillos y el nombre de Fittipaldi.

Los 2,2 millones de dólares pueden parecer irrisorios e impagables, pero lo cierto es que años atrás se vendieron unidades de la IROC 1974 por precios superiores a éste. Para la casa de subastas, Atlantis Motor Group, se trata de “una pieza histórica”.