La petrolera de bandera ajustará el precio de los combustibles hasta un 7% a partir de la madrugada del martes. El resto de las banderas moverán sus precios a lo largo de la jornada.
Esta vez se hizo esperar y después de 7 meses consecutivos de aumentos en el precio de los combustibles en cada comienzo de mes, marzo arrancó sin nuevas subas, sin embargo, el alivio al bolsillo de los consumidores duró poco y es que para mañana se esperan un incremento de hasta un 7% en los surtidores.
Según anunciaron los propios directivos de YPF, la firma realizará subas en el precio de la nafta y el gasoil del 15% hasta mayo y a partir de allí los precios volverían a congelarse, al menos, hasta fin de año. Se estima que también podría agregarse un porcentaje de impuestos que llevaría el porcentaje total cerca del 18%.
Con el objetivo de dar previsibilidad sobre los aumentos planificados fue que desde la petrolera detallaron su plan de subas. Además, aseguraron que la modificación en los tableros de las estaciones de servicio está directamente vinculada con su plan de inversiones para todas las cuencas del país que asciende a 2.700 millones de dólares.
Que marzo haya arrancado sin un aumento en los surtidores no implica que la suba del mes vaya a ser menor a la de los anteriores. Durante el año hubo dos subas por mes de entre 1,90 y 3,4% lo que significa que si la suba de mañana es del 7% será de un porcentaje superior al de los meses anteriores.
Según los datos oficiales, entre agosto del 2020 (el primero aumento después del congelamiento) y el mes pasado, el precio en los surtidores aumentó hasta un 35,73% en la ciudad de Neuquén y hasta un 34,25% en General Roca.
Esto implica que, si sumamos el casi 20% que tiene pensado realizar la petrolera de bandera los próximos 90 días, en ambas ciudades las subas acumuladas serán superiores al 50%. De cumplirse el congelamiento a partir de mayo se cortará con 10 meses de subas consecutivas en el precio de la nafta y el gasoil en el país.
Impuestos y efecto bola de nieve
La suba de los impuestos a los combustibles líquidos (ICL) y la del Dióxido de Carbono (IDC) que se aplicó este mes, y que impacta en el precio de los surtidores, correspondía al último trimestre del año pasado. Es decir que aún el gobierno no aplicó la suba correspondiente al primer trimestre del 2021 por lo que, de aplicarse el congelamiento a partir de las subas de mayo, el Estado dejará de percibir millones de pesos por esta decisión.
En otras palabras, un nuevo congelamiento significará pan para hoy y hambre para mañana y es que lo más probable es que se llegue a fin de año con precios atrasados y todo lo que sucedió con los valores de la nafta y gasoil desde agosto del 2020 hasta el próximo mayo, volverá a suceder tarde o temprano.
Fuente: Rio negro