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Actualmente hay 1,12 millones de hectáreas sembradas en la zona núcleo que muestran una condición de regular a mala. Tendría que llover en los próximos días para revertir la situación, pero los pronósticos no son muy alentadores.

La falta de precipitaciones continúa afectando a la soja implantada en la zona núcleo y los pronósticos climáticos no son demasiado alentadores para los próximos días, en este marco la Bolsa de Comercio de Rosario alertó que 1,12 millones de hectáreas se encuentran en estado de regular a malo y de no recibir agua en el corto plazo se perderían al menos otras 240.000 toneladas que se sumarían al recorte anterior de 4 millones de toneladas.

“La falta de agua y las altas temperaturas de los últimos días, el deterioro ha alcanzado a lotes que se veían bien hasta hace 7 días. Y la condición regular mala ha crecido un 19% más esta semana. También se ha intensificado el daño: ya son 450.000 hectáreas las que están en malas condiciones. La mitad de esa área se estima que se dé por pérdida si no llueve en la próxima semana. La transición hacia la segunda quincena de marzo sin pronósticos de lluvias generalizadas es una noticia pésima que puede seguir agravando las pérdidas productivas de la región”, advierten desde la entidad rosarina.

En este marco y tal como adelantó Ámbito, las mermas productivas rondarían al menos los u$s2.200 millones y así lo confirman los analistas de la Bolsa de Comercio de Rosario. “Considerando los precios FOB actuales y manteniendo las participaciones de exportaciones de 2020 de los diferentes productos del complejo soja, estimamos una baja potencial de exportaciones por u$s2.262 millones. El crushing perdería 1,5 millones de toneladas respecto de lo proyectado el mes anterior, a 37,5 millones, en tanto que la exportación de poroto cedería un volumen similar hasta 5,5 millones. El restante millón de toneladas se perdería en las reservas productivas, por lo que el nivel de inventarios al final del ciclo caería en medio millón de toneladas con respecto a la campaña actual”, explican.

Mientras tanto, la buena noticia viene asociado a los sólidos precios que muestra la oleaginosa en el mercado internacional que desde hace semanas, aunque con vaivenes, se mantiene por arriba de los u$s510 por tonelada, llegando incluso al máximo de u$s530 por tonelada.

Las proyecciones más optimistas adelantan que de mantenerse los actuales valores y si no ocurre un recorte productivo drástico producto de la sequía, el ingreso de divisas tendría que estar en torno a los u$s26.000 / u$s28.000 millones. Niveles continúan siendo récord gracias a la escalda de los precios de los commodities agrícolas que solo en el caso de la soja anota un incremento de más del 40% en los últimos ocho meses.

Otro dato a tener en cuenta en medio de esta campaña tan complicada en lo climático, pero con precios que se ubican en máximos de siete años, es que durante los primeros meses de este año los productores salieron a aprovechar las robustas cotizaciones internacionales y a contramano de lo ocurrido en campañas anterior, vendieron en promedio 500.000 toneladas de soja de la campaña pasada que aún conservaban en sus silos. Esta situación permitió, en gran medida, un ingreso de dólares excepcional antes de la cosecha que se iniciará entre fines de marzo y comienzos de abril y por ende un fortalecimiento de las divisas del BCRA lo que resultó en una calma cambiaria.

Este fenómeno habría encontrado un tope y en las últimas semanas los productores comenzaron a retacear las ventas del grano de la campaña pasada. Según las estadísticas del ministerio de Agricultura, durante la primera semana de marzo vendieron 257.000 toneladas, versus poco más de 500.000 de la semana anterior. A su vez, quedan aún por venderse 8,1 millones de toneladas que todavía están en poder los agricultores.

Finalmente, respecto a la campaña en marcha, se llevan vendidas de manera anticipada unas 11,11 millones de toneladas que con una estimación de producción en torno a las 44 millones de toneladas representa el 25% del total. Un volumen que se encuentra entre los promedios históricos pero que está muy lejos de otros países productores de la oleaginosa como por ejemplo Brasil que a esta altura ya tiene vendido prácticamente el 100% de su cosecha.

 

 

Fuente: Ambito