Patrick Pouyanné dice que las grandes empresas petroleras están compitiendo por la escasez de activos en ese ese mercado y eso eleva artificialmente los precios de las transacciones
Los activos de energía renovable están en una burbuja que llevó a acuerdos con valoraciones “locas”, según el CEO de Total, una de las mayores compañías de petróleo y gas del mundo.
La advertencia de Patrick Pouyanné se produce en momentos en que los gigantes de la industria se encuentran atrapados entre la preservación de los negocios basados en combustibles fósiles (que generan la mayor parte de sus ganancias así como el efectivo para dividendos), mientras enfrentan llamados más fuertes para aumentar la inversión en energía limpia.
Total no es una excepción. En una entrevista, Pouyanné dijo que quiere que el grupo sea reconocido no “como una compañía de petróleo y gas, sino como una empresa de energía”.
La multinacional con sede en París prometió miles de millones en inversiones en energías renovables, se fijó el objetivo de alcanzar cero emisiones netas de carbono para 2050 y propuso cambiar el nombre de la compañía a TotalEnergies, algo que sus accionistas votarán en mayo.
Sin embargo, “hay una burbuja” en las energías renovables, advirtió Pouyanné. Las valoraciones, que son hasta 25 veces las ganancias, son “una locura actualmente”, añadió. Lo atribuye a la escasez de activos de magnitud considerable. Son “demasiado escasos”.
Dado que las compañías europeas de petróleo y gas enfrentan una presión para orientar sus carteras hacia energías más limpias, a Pouyanné no le sorprende el frenesí por las renovables. “Un banquero se me acercó con un activo y me dijo: ‘Si no lo compras, BP lo hará'”, dijo. “Le respondí: ‘A este precio, ¿por qué debería comprarlo? Explícamelo'”.
Para Pouyanné, de 57 años, con más de dos décadas en Total y que asumió el cargo pocos días después de la muerte de su predecesor, Christophe de Margerie, en un accidente aéreo, en 2014, es una “paradoja” la opinión de que “resolveremos el desafío del cambio climático sólo porque no hay más capital invertido en las grandes compañías de petróleo y gas”.
“Incluso si BP, Total y Shell desinvirtieran en petróleo y gas, no cambiaría nada”, añadió. Alega que vender activos a otros productores que pueden ser menos conscientes no ayuda mucho. Las petroleras estatales, como Saudi Aramco o la Compañía Nacional de Petróleo de Abu Dhabi, “no están preparadas para dejar de producir” y, si Total recorta, entonces, “las compañías rusas dicen: ‘Todo eso es muy bueno para nosotros’ porque obtendrán los activos”.
Aunque la pandemia dejó a Total con una pérdida de u$s 7200 millones el año pasado debido a la caída de los precios del petróleo, el grupo siguió adelante con su plan de cero emisiones netas de carbono.
A pesar de la inquietud de Pouyanné por las valoraciones, las renovables, principalmente la solar y la eólica, son una gran parte del futuro del grupo. El grupo francés dijo que gastará más de u$s 2000 millones este año en electricidad y energía limpia, buscando retornos del 10% de las inversiones.
Su objetivo es generar más de u$s 1500 millones en efectivo de sus operaciones de renovables en 2025, frente a los u$s 100 millones de 2019. Sin embargo, esto sigue siendo una fracción de los u$s 27.000 millones en flujo de caja de las operaciones que generó ese año, en gran medida, de sus negocios tradicionales.
El grupo pagó u$s 2500 millones por una participación del 20% en Adani Green Energy y una parte de su negocio de energía solar, afianzando así su presencia en India. También, compró proyectos de energía solar y energía en Texas. Y, con Engie, desarrolla el sitio más grande de Francia para la producción de hidrógeno verde.
La inversión de Adani “probablemente será el único gran negocio que podamos hacer” este año, dijo. Añadió que Total se enfocaría en acuerdos más pequeños.
Fuente: El cronista