Las proyecciones de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires son poco optimistas para la campaña local de la oleaginosa que se reduciría en torno a los 2 millones de toneladas. Auguran caída en el ingreso de divisas de alrededor de u$s2.000 millones.
De todas maneras, reina la preocupación en el campo local porque la sequía no solo es una mala noticia para los rindes y el ingreso de divisas sino también para el estado de los suelos en el planeamiento de la próxima campaña agrícola. Además, cada caso es particular y algunos productores saldrán muy afectados económicos de esta campaña agrícola.
Lógicamente la soja no es el único cultivo afectado por la falta de precipitaciones, el maíz también atraviesa un complicado panorama y en este marco, la entidad porteña redujo su estimación de cosecha a 45 millones de toneladas, lo que representa 1 millón menos que lo pronosticado al inicio de la campaña y una caída de más del 10% respecto al ciclo previo.
Según indican desde la entidad, la cosecha del cereal ya se ubica en el 3,5 % del área apta y a medida que las labores avanzan sobre lotes tempranos, los rindes recolectados se ubican por debajo de las estimaciones iniciales.
En tanto, los pronósticos climáticos no son demasiado alentadores para los próximos días y las lluvias continuarían haciéndose desear. Del agua depende que no haya mayores recortes productivos por lo que las próximas semanas serán clave en lo que respecta al avance de la campaña agrícola.
“La extrema variabilidad del clima hace recordar las condiciones de extrema sequedad en las que terminó la campaña gruesa 2017/18. Febrero y los primeros diez días de marzo no dejaron lluvias importantes a gran parte del área central, en especial el este. Hay pérdidas muy graves de rindes y de superficie sembrada. Aún no es posible estimar el piso de producción con la que terminará está campaña de soja de extenderse la falta de agua”, grafican desde la Bolsa de Comercio de Rosario que esta semana también advirtió que el 60% de los lotes de la zona núcleo presentaba una condición entre mala y regular.
Fuente: Ambito