Las fábricas asociadas en ADEFA dicen que el proyecto del Gobierno se contrapone con el perfil exportador de la industria actual.
Además de este contexto político, las automotrices locales encuentran en el borrador del proyecto (todavía no está presentado un “paper” oficial) ciertos puntos que, dicen, parecen estar pensados para empresas chinas.
Por ejemplo, se cuestiona que, por la información que trascendió de la iniciativa oficial, no hay medidas que busquen la especialización de productos pensando en la exportación. La industria actual vende al exterior más del 60% de lo que fabrica y está obligada a cumplir con un porcentaje determinado de contenido regional para ingresar a otros mercados. “En el proyecto no hay nada en ese sentido de alentar una industria exportadora. Está diseñado para vender para el mercado local. El esquema permite que una empresa traiga un vehículo desarmado, lo arme en el país, cobre el subsidio y se venda, exclusivamente, en el mercado interno”, dijeron en una terminal. Hacen hincapié en que el tipo de relación que hay entre las empresas y el Estado chino permite situaciones que en otros países capitalistas no existen. “Las marcas que producen en el país son privadas y no forman parte de una negociación gobierno a gobierno. En cambio, China mete en el paquete todo. Es imposible competir con vehículos chinos si están subsidiados por el Gobierno de ese país. Por ejemplo, si se van a importar vehículos desarmados, a bajo costo, para armar en el país y para consumo interno, no se sabe de dónde van a salir los dólares. Si hay un acuerdo global, es distinto. El déficit de un sector como el automotor se puede disimular porque en el acuerdo global le exportamos soja. Eso no pasa en empresas y países capitalistas”, explicaron en otra automotriz.
Desde las terminales radicadas en el país dan como ejemplo lo que sucede en el segmento de las motos: “Se puede trazar un paralelismo con el rubro de motos donde todas las marcas chinas que se asociaron con empresarios locales traen el kit desarmado, se arma en el país y se vende en el mercado local. Sólo los chinos pueden hacer esto por eso preocupa la línea que se está tomando para la industria automotriz”, dicen desde el sector.
Entre los cuestionamientos, remarcan el artículo 7 del proyecto, que se conoce hasta el momento, de Promoción para el uso de la Movilidad Sustentable que dice lo siguiente: “Podrán acogerse al presente régimen las personas humanas domiciliadas en la República Argentina y las personas jurídicas constituidas en ella o que se hallen habilitadas para actuar dentro de su territorio, con ajuste a sus leyes y debidamente inscriptas conforme a las mismas”.
“Cualquier empresario se asocia con una empresa china para armar autos eléctricos, obtiene subsidios y no tiene compromiso de exportación. Así va a ser muy difícil defender las inversiones realizar por las automotrices radicadas en el país”, advirtieron desde otra terminal.