La medida se siente con fuerza en el departamento de Santa Cruz, el más importante para la producción de soja.
Productores de soja del departamento boliviano de Santa Cruz mantienen desde este lunes bloqueos de varias rutas en protesta contra un programa estatal de control parcial de precios internos.
“Estamos defendiendo la sobrevivencia de nuestro sector productivo, que es quien garantiza la producción de alimentos para todos los bolivianos y no solo de la producción de soja, sino también de maíz, trigo, girasol y sorgo”, dijo el presidente de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), Fidel Flores.
La medida, que es similar a las que frecuentemente realizan los productores argentinos en contra de medidas parecidas tomadas por el Gobierno local, se siente con fuerza en la provincia de Santa Cruz, la más importante de Bolivia por su producción de soja.
Según Flores, el bloqueo de caminos hasta ahora está siendo “contundente”. “Hemos tenido que tomar esta extrema medida por la falta de solución a nuestra demanda de eliminación de banda de precios, cupos de abastecimiento y a nuestro pedido de libre exportación y acceso a la biotecnología en los cultivos de soja y maíz, principalmente”, apuntó el líder de la revuelta.
Señaló que la propuesta realizada por el Gobierno a nuestro sector, son insuficientes porque no solucionan el principal pedido que hacemos los productores que es la eliminación de la banda de precios, para evitar distorsiones a nuestros procesos de negociación de precios justos del grano de soya.
Motivos
El conflicto surgió después de que el Gobierno decidió fijar una banda de precios para el 20 por ciento de la producción nacional de harina y otros derivados de la soja, que se destinan a la producción de alimentos balanceados para las industrias locales de carne de pollo y de cerdo.
La Anapo rechazó esa regulación y planteó además el levantamiento de los controles de exportación y otras medidas con las que el Gobierno dijo que pretende garantizar la cantidad suficiente y precios bajos para los alimentos básicos en el mercado nacional.
Cabe recordar que el Gobierno del socialista Luis Arce, que asumió en noviembre de 2020, repuso los límites a la exportación y a la ampliación de cultivos con semillas modificadas genéticamente que la administración de Jeanine Áñez había levantado a principios de ese año.
En las últimas horas, el Ministro de Desarrollo Productivo y Economía Plural, Néstor Huanca, remitió una nota a Anapo reiterando la propuesta para mejorar las condiciones de intercambio del complejo oleaginoso, y las realizadas en las mesas técnicas desarrolladas el 18 y 19 de febrero del presente año en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra.
Flores indicó que el gobierno planteó solo regular el 20 por ciento de subproductos de soja para garantizar el abastecimiento al mercado interno para el sector avícola, porcino y lechero.
“Nuestro reclamo es precisamente por ese 20 por ciento de regulación de precios, porque ese siempre ha sido el porcentaje de la demanda del mercado interno, que es subsidiada con el precio de la harina y que ocasiona que nos ofrezcan pagar 50 dólares menos por tonelada de grano de soja, lo que representa una pérdida de más de 100 millones de dólares para los productores sojeros”, continuó Flores, según reproduce El Diario de Bolivia.
Y añadió: “Como ejemplo, el precio del pollo no está en función al precio de la harina de soya, sino de la oferta y demanda, cuando hay mucho pollo el precio baja y viceversa, porque cuando el precio de la harina de soya ha estado barato, el precio del pollo ha subido, porque es oferta y demanda, lo mismo sucede con el precio de la leche que se mantiene fijo desde hace más de 10 años”.
También los exportadores
Otra similitud con Argentina es que también está habiendo quejas de los exportadores por problemas para poder realizar envíos al exterior.
En concreto, según publica el portal El Deber, la Cámara Nacional de Industrias Oleaginosas de Bolivia (Caniob) y la Cámara de Exportadores, Logística y Promoción de Inversiones de Santa Cruz (Cadex), informaron que los retrasos en la emisión de los Certificados de Abastecimiento Interno ponen en riesgos las exportaciones del sector oleaginoso y, por ende, más de 150 mil empleos ligados a la actividad.
Según ambas entidades, con la debida anticipación se han realizado las solicitudes en forma reiterada al Ministerio de Desarrollo Productivo y Economía Plural para la emisión de dichos certificados, pero no se ha tenido éxito, por lo que las industrias se verán obligadas a paralizar sus exportaciones, afectando así sus operaciones.
Igualmente, indicaron que el mercado interno está completamente abastecido, a pesar de que el precio de venta de la harina de soja que fijó el Gobierno, está muy por debajo del precio de oportunidad de exportación, lo cual perjudica económicamente a las industrias y crea un mercado negro de reventa y contrabando de harina de soja.
Por esta situación, aseguraron que al Estado perderá divisas por exportaciones y el sistema financiero deberá soportar el endeudamiento de todos los sectores de la cadena productiva oleaginosa. Lo cual pone en riesgo más de 150 mil empleos, una inversión de 1.500 millones de dólares, exportaciones cercanas a 1.000 millones de dólares.
Fuente: Agro voz