El gigante energético Royal Dutch Shell se comprometió a eliminar las emisiones netas de carbono para 2050, mejorando objetivos anteriores mientras su producción de petróleo disminuye desde el máximo alcanzado en 2019.
La compañía anglo-holandesa se encuentra en medio de su mayor revisión hasta la fecha, mientras se prepara para ampliar su negocio de energías renovables y bajas emisiones de carbono ante la creciente presión de inversores para que el sector del petróleo y el gas luche contra el cambio climático.
El año pasado, Shell presentó un plan para alcanzar el nivel cero de emisiones en 2050, en línea con el acuerdo climático de París y las ambiciones de la Unión Europea, pero dijo que el objetivo dependía de sus clientes.
En una actualización de la estrategia el jueves, Shell esbozó planes para frenar sus emisiones a través de un rápido crecimiento de sus negocios de bajas emisiones de carbono, incluidos los biocombustibles y el hidrógeno, aunque el gasto se mantendrá inclinado hacia el petróleo y el gas en un futuro cercano.
Los inversores recibieron con satisfacción la mejora de los objetivos.
“El objetivo de cero emisiones de Shell es líder en el sector y muy completo, ya que abarca todas las emisiones de carbono”, declaró Adam Matthews, Director de Ética y Compromiso de la Junta de Pensiones de la Iglesia de Inglaterra, que dirigió el compromiso de los inversores con Shell.
Los accionistas tienen un voto consultivo sobre el plan de transición de Shell en la junta general de este año, algo inédito en el sector, añadió Matthews.
La mayoría de las grandes empresas energéticas europeas se han fijado algún tipo de objetivo de carbono neto cero para 2050. La meta de Shell, la mayor comercializadora de petróleo y gas del mundo, se destaca porque abarca las emisiones derivadas del uso final de productos que otras empresas han producido pero que esta vende a sus clientes.
Sus emisiones totales alcanzaron un máximo en 2018 de 1,7 gigatoneladas.
Fuente: Infobae