Es por la actualización de la base imponible que hará la AFIP. Golpea principalmente a vehículos importados pero también alcanza a vehículos nacionales.
Es por eso que muchos modelos quedan “topeados” justo debajo de la base imponible para no sufrir ese recargo. En el caso de no poder sostenerlos en ese nivel, esos autos se dejan de comercializar en la práctica ya que quedan descolocados frente a la competencia. Esto es lo que está sucediendo desde hace unos días. A la escasez de unidades por las dificultades para importar, se suma la proximidad del cambio de la base imponible para los vehículos más caros. Ante eso, la oferta de estos 0 km se ve más restringid a la espera de la actualización
La mayoría de los modelos afectados son importados pero también alcanza a algunos de producción nacional. Hay que tener en cuenta que los 0 km más accesibles del mercado tienen un precio por arriba de $1 millón por lo que la franja que queda exenta es muy chica y eso hace que tributen modelos del segmento mediano.
Este gravamen se viene aplicando desde hace años con distintos niveles de intensidad. Comenzó a tener relevancia en el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, fue subido a un nivel récord desde el 2014, sólo se atenuó –pese a que había anunciado eliminarlo– durante la presidencia de Mauricio Macri y volvieron a tener un impacto mayor desde la llega de Alberto Fernández. De hecho, se modificó la forma de cálculo (antes era por la inflación general, tal como se estableció en el gobierno de Cambiemos) para pasar a un índice mayorista
Fuente: Ambito