El 28 de febrero habrá una consulta por el “sí” o el “no” a la ampliación de orientaciones educativas en una entidad agrícola. La irrupción del shale cambió la matriz económica del pueblo.
“Nosotros como comisión apoyamos el anexo para las nuevas orientaciones educativas, para nuestros hijos y jóvenes, para que puedan elegir su futuro”, dijo a LM Neuquén Daniel Esponisa, presidente de la Cámara de Comercio de San Patricio del Chañar.
“Esto va a traer mano de obra calificada para poder ofrecerle trabajo a nuestros jóvenes en empresas, ya que somos el centro de Vaca Muerta y no podemos perder esa oportunidad”, agregó.
“La matrícula de la EPEA estaba en 240 sin contar las suscripciones y ha venido creciendo, por eso en 2019 y 2020 se crea otro primer año. O sea que es falso decir que no va nadie a esta escuela. Lo peligroso de esta consulta es que es condicionante, porque se vota sobre la EPEA, que tiene una modalidad”, dijo Pablo Laurente Sueldo, docente y militante de ATEN.
Pero desde el gremio y otro sector de la comunidad tienen otro planteo: no se oponen a que haya carreras con otra salida laboral, sino que se use el edifico del colegio agropecuario.
“Se necesita una escuela técnica en El Chañar, no nos oponemos a eso y tenemos que preparar a los jóvenes. Pero se puede hacer con otra modalidad, hay cursos y capacitaciones en shale, pero no usar la EPEA”, concluyó el docente.
La agroecología, un modelo fuerte en la pandemia
Si hay algo que la pandemia hizo con la sociedad es revisar algunos valores de alimentación. La proliferación de huerta, los cursos para el cultivos de verduras orgánicas y una política de alimentación saludable se consolidaron.
Y en a torno la discusión sobre la oferta académica de la EPEA N°3, también giran otros conceptos, como “la agroecología, la soberanía alimentaria y el buen vivir”.
Dentro de El Chañar, también opera el Centro de Formación Profesional AgropecuarioN°2 (conocido como Puesto Chañar), que se dedica a hacer talleres, y distintas capacitaciones en del mundo agrícola, con gran aceptación.
Es más, cada año el Puesto Chañar hace una muestra de lo que hacen sus alumnos y ha incentivado a otra manera de vivir: la producción y cultivar los propios alimentos.
Pero en este debate, aún no hay una definición clara respecto al modelo que debe seguir la ciudad y la relación con las carreras, la oferta educativa y la demanda laboral en las chacras y el petróleo.
“Institucionalmente tenemos una opinión, no sé si una postura, y no creemos conveniente timar una posición abierta, pero es interesante debatir el tema”, dijo Ariel Chara, director de CFPA.
El tema es mucho más complejo, y varios vecinos han señalado a este diario que la irrupción de la EPEA N°3 generó tensione ente las dos instituciones educativas, enfocadas en orientaciones similares.
“La gente del Puesto Chañar se sintió invadida cuando se creó la EPEA, es como que en esta movida están apoyándolos, pero de lejos, no se involucran y también hay gente que está interesada en que se hagan orientaciones nuevas”, sostuvo Alejandra, una vecina que conoce bien la problemática.
Un pueblo que cambió con los años
*El Chañar nació en los primeros años de la década del ‘70, con un espíritu agrícola y comunitario de la mano de la familia Gasparri. Fue el principio del trabajo pionero de la manzana y el pelón.
*A principios de 2000 en la Tercera Etapa de El Chañar se instalan las bodegas. Se abrió paso a las uvas, pero también a la agroindustria. Un nuevo polo productivo con otra demanda laboral.
*Desde 2010 a la actualidad, la irrupción del petróleo desarticuló la matriz inicial de la agricultura. Empezaron a reavalorizarse las tierras y apareció el mercado inmobiliario y de servicios en la ciudad.
Fuente: Lm neuquen