La estrategia oficial se basa en que el crecimiento del mercado se produzca a partir del incremento de ventas de vehículos nacionales y el aumento de las exportaciones.
Una forma de bajarlo es a través del recorte de fondos que el Gobierno está haciendo con las automotrices pero con eso no alcanza. Por ese motivo, las fábricas deberán tener una política más agresiva en sus exportaciones y modificar el mix de ventas. Disminuir su oferta de 0 km importados e incrementar la de vehículos nacionales. Toda esta discusión se está dando con un mercado proyectado, según estiman los funcionarios, de 450.000 unidades para este año. Ese cálculo está entre las previsiones más optimistas. Desde el sector privado apuntan, como máximo, a 420.000 patentamientos con un piso de 370.000. La danza de números tiene que ver con el abastecimiento de autos que se produzca durante el año. La demanda, en la actualidad, está por arriba de la oferta. Esto hace pensar que se mantendrá la presión sobre los precios y, como sucedió en los últimos meses, que se requieran pagos por arriba de las listas oficiales para adquirir una unidad. El tema del volumen del mercado no es menor ya que alcanzar el objetivo oficial implicará mayor importación de 0 km medidos en números absolutos. Más del 60% de las ventas se concentran en vehículos que llegan del exterior por lo que a mayor volumen de operaciones, mayor es la cantidad de autos importados. Es cierto que en un año electoral es posible que haya flexibilidad oficial para que lluevan las críticas desde los consumidores por la disparada de precios,
En los próximos días se develará el misterio ya que Gobierno liberará los permisos de importación para cada empresa para el primer trimestre y se podrá el nivel de recorte de unidades que tendrá respecto al año pasado. En esa situación se encuentran también los importadores de marcas no radicadas que esperan conocer la cuota de dólares que tendrán este año. Desde ya, se supone que vendrá con recorte.
Fuente: Ambito