“Tuvimos el mejor año posible, ya que pudimos seguir adelante aunque nos tiraron con todo”, reconocía el titular del MatBa-Rofex, Andrés Ponte, frente a la secuencia de contingencias de todo tipo de los últimos 12 meses. “Empezamos con Vicentin , el cambio de Gobierno, el reperfilamiento, la seca….Igual hubo ganancias, se repartieron dividendos, y se va a cerrar bastante semejante al 19”, reconocía el dirigente rosarino, uno de los artífices de la “fusión” con el mercado de futuros de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
Ya más relajado, y frente a un plato de los espectaculares ravioles de Marcelo de Puerto Madero, Ponte comentó sobre los nuevos productos y herramientas financieras que se están armando (un paper silo-bolsa, etc.) que se agregarán al reciente PAF con que acaban de completar el sistema de garantías del mercado agrícola, y que ahora apunta a abrirse a operaciones del mercado de capitales. “Esto superó todas nuestras expectativas. Es un mercado que desarrollamos en pandemia, por Zoom. Ahora trabajamos en el mercado secundario que se genera a partir de estos certificados”, señaló.
A pesar de estos avances, el ambiente agroindustrial, y más especialmente de los alimentos, de todos modos, no está demasiado tranquilo. Y las razones son variadas. En trigo, por ejemplo, la muy fuerte helada del 5 de diciembre va a ocasionar daños inesperados, que se suman a la seca, mientras que algunas “alarmas comerciales” (que pueden llegar hasta el extremo de sacar a la Argentina del mercado internacional si no se corrige a tiempo) arriesgando exportaciones de, por ahora, 3.500-4.000 millones por año, están generando desde hace 20 días, movimientos jurídicos variados para prevenir, y evitar, una situación que podría ser irreversible.
Fuente: Ambito