La Cámara de Empresas Argentinas de Gas Licuado (CEGLA) manifiesta que los incrementos definidos por la Secretaría de Energía de la Nación para el fraccionado de gas en garrafas no dan cuenta de los profundos desfasajes que sufre el sector. “Lo autorizado por el Gobierno nacional no alcanza para solucionar la compleja problemática de nuestra industria, este aumento no alcanza en absoluto para cubrir los costos operativos”, destacó Pedro Cascales, director de CEGLA.
El nuevo precio máximo de referencia para el fraccionador, definido por la Autoridad de Aplicación, quedó establecido en $ 203,55. Es un incremento absolutamente mínimo que, no sólo que no permite recuperación de rentabilidad, sino que ni siquiera consigue cubrir los costos del sector. Respecto del anterior valor, el aumento directo otorgado para el sector fraccionador es de alrededor de $ 12. Ese monto representa menos de un 8% del desfasaje que tenía para las plantas de fraccionamiento ubicadas en zona central, y del 6% para las ubicadas en el norte del país y la Patagonia.
Mientras desde la Cámara aguardamos ser recibidos por el secretario de Energía, Darío Martínez, advertimos sobre la profundización del daño a la cadena de gas envasado. El atraso es tan grave que los precios actuales no alcanzan al 50% necesario para operar con normalidad. Exigimos que los precios de referencia sean dictados con absoluta responsabilidad y criterio técnico en respeto a la legislación vigente y a las necesidades de calidad y seguridad de un mercado de 18 millones de consumidores a lo largo y ancho de toda la Argentina”, reclamó el director del CEGLA.
El sector fraccionador de gas licuado da empleo directa e indirectamente a más de 9.000 personas y abastece con altos estándares de eficiencia a más de 5 millones de hogares con un combustible ecológico, 100% nacional y que es además fundamental para el entramado familiar del país”, finalizó Cascales.