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La semana pasada, con el salto de la cotización a $167, el mercado cerró alterado. Se anticipan días de mucha especulación en un mercado desabastecido.

Después del febril cierre de semana que se vivió entre jueves y viernes pasado por la suba del blue, el mercado automotor abrirá hoy con ventas semiparalizadas por la puja entre concesionarias y clientes en relación con el precio de los 0 km. Si bien hay listas oficiales que funcionan como marco orientativo para el valor de los vehículos, la realidad de los últimos dos o tres meses muestra que la vieja regla de oferta y demanda está más presente que nunca. Con “dealers” que buscarán hacer valer su limitado stock de unidades y compradores excitados por la diferencia que pueden obtener por la brecha cambiaria, se abrirá desde hoy una puja para poder llevarse los pocos vehículos que quedan en un mercado desabastecido por las trabas a la importaciones y una producción nacional que se recupera lentamente. En la práctica, lo que se vienen convalidando son sobreprecios del 20% para los modelos más atractivos que todavía puedan estar a la venta. Es cierto que hay una oferta de 0 km que no encuentra compradores a esos valores y los agencieros deben ser menos ambiciosos si quieren desprenderse de ellos. Pero son los menos.

“El mercado de los próximos días será de mucha especulación y con operaciones semiparalizadas. Dependerá de la necesidad de dinero que tenga el vendedor y del nivel de sobreprecio que esté dispuesto a convalidar el comprador” señaló a Ámbito un experimentado operador del sector.

El salto que tuvo el cambio informal llevó a que los precios de los 0 km, en la Argentina, medidos en billetes verdes, sean los más bajos de la región. Tal como publicó Ámbito la semana pasada, los valores en el mercado local están hasta 50% más bajos que Chile, Brasil o Uruguay. Este cálculo fue realizado con una cotización del paralelo de $150. El viernes llegó a $167 mientras que los autos se venden en pesos al cambio oficial de unos $80, sin tener en cuenta el recargo que están aplicando en las concesionarias. Los vendedores buscan cubrirse de una disparada en los precios de reposición. Por el faltante de vehículos, el importador o la fábrica puede demorar tres meses en reponer una unidad vendida. Es decir, si la concesionaria vende un auto a $1.000.000 hoy y debe comprar a su proveedor otra unidad a pagar en 90 días, el salto del precio corre por cuenta del vendedor. Con aumentos de más de 4% mensual que se registra en la actualidad, la diferencia puede rondar entre 12% y 15%, porcentaje que deberá correr por cuenta del vendedor. Algunas marcas garantizan el precio de reposición por un cupo muy bajo de unidades. Por fuera de este tope, todo queda librado a lo que suceda en la economía.

Lo que hacen muchas concesionarias es vender las unidades necesarias para cubrir los costos fijos. Una vez alcanzado ese objetivo retiran de la oferta los vehículos que tienen en su poder o los venden con sobreprecio. Fuentes del sector aseguraron que en las agencias tienen un stock de unidades equivalente a medio mes de venta. Un volumen por debajo de los inventarios normales. Las operaciones que más posibilidades tienen de concretarse son las que ponen en juego un vehículo usado de pocos años debido a que con el faltante de 0 km, hay mucha demanda porque implica entrega inmediata. Eso hace que sus precios se eleven y el margen de rentabilidad del vendedor crezca.

Con este desabastecimiento que se produjo por las trabas a las importaciones y el cierre de fábricas por la cuarentena, se estima que las redes de ventas perdieron más de 50.000 unidades del stock que tenían antes de la pandemia. Se espera que esta situación se profundice en lo que queda del año.

El problema está ahora centrado en la incertidumbre cambiaria. Con una brecha tan amplia, se especula que va a ser difícil que el Gobierno pueda sostener el tipo de cambio oficial, más si se tiene en cuenta que la “apuesta” que tienen que hacer los vendedores tiene una ventana de 90 días para saber si ganó, salió hecho o perdió.

 

Fuente: Ambito