El sector agropecuario resulta clave a la hora de hablar de las exportaciones argentinas. A tal punto que durante el primer semestre de este año, nada menos que el 74% de las ventas que se hicieron al exterior tuvieron que ver con este sector.
Así lo reflejó un trabajo elaborado por la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (Fada), que además deja en claro que la Argentina se encuentra en el primer puesto a nivel mundial en cuanto a la exportación mundial de aceite y harina de soja, yerba y porotos. Además, aparece en el segundo lugar en las ventas al exterior de maní, y cuarto con carne de vaca, camarones, langostinos, té negro y leche en polvo.
Pero los golpes de la pandemia, que no hicieron más que agudizar el complejo momento económico que ya evidenciaba la economía argentina. Esto generó un derrumbe de importaciones que se tradujo en un superávit comercial acumulado de casi u$s 11.000 millones en lo que va del año, y ya se proyecta que alcance los u$s 19.000 millones cuando culmine diciembre.
Según la consultora Abeceb, el otro factor que explica esta dinámica es el de las exportaciones de productos primarios, que fueron las únicas en aumentar (10,2%) y amortiguaron la significativa baja de las ventas al exterior, de más de 11%. En agosto, representaron el 33,6% de los envíos al exterior.
Se trata de una tendencia que se observa especialmente desde el comienzo de la cuarentena, que impuso severas restricciones en la producción local, lo que afectó las importaciones, que coincidió además con una incipiente recuperación de China y el sudeste asiático, los grandes demandantes de los productos primarios del agro y de sus derivados.
Tal es así que entre abril y agosto las exportaciones argentinas recaudaron casi u$s 24.017 millones, de los cuales u$s 10.957 millones, el 45,6%, provinieron de ventas de maíz en granos, soja en porotos y derivados de la oleaginosa, como los pellets y aceite en bruto, destacó un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario.
“Las exportaciones se vieron beneficiadas en el último tramo temporal por los fuertes incrementos que se dieron en los valores de estos commodities luego de que la pandemia de coronavirus golpeara a los futuros del mercado de Chicago. Además, la influencia de la demanda de China como importador de bienes primarios en las últimas semanas había apuntalado enormemente las cotizaciones, especialmente de la soja”, resaltó la institución.
El valor de los futuros con mayores volúmenes operados pasaron de encontrarse en mínimos desde el 2016 hasta ser el de mayor cotización en septiembre. Sin embargo, en la última semana se vio un retroceso significativo que, en el caso de la soja, acercó su cotización a la de los años 2016 y 2017, remarcó la Bolsa de Comercio de Rosario.
Fuente: Cronista