En julio, se liquidaron u$s1.500 millones menos que en mismo mes del año pasado. En el año, se liquidó 31% menos. La entidad que preside Miguel Pesce perdió ayer u$s98 millones en el debut integral de las nuevas restricciones.
Hasta el propio presidente Alberto Fernández ha realizado gestiones en los últimos días para que el agro liquide. El tiempo es escaso. El escenario pide ya mismo una nueva estrategia económica y financiera, que sincere las limitaciones (muchas de ellas heredadas), se escuche lo que plantea el sector y se opte por el escenario menos malo entre los malos. Queda claro que deberá hacerse algún tipo de concesión para que un sector del agro, que tiene capacidad, pueda vender los granos en el exterior y en la liquidación, cubrir la brecha que separa un dólar oficial con retenciones en $55 y un dólar liqui en $144. Para eso, se estudia una modificación circunstancial de las retenciones para incentivar las ventas pendientes. El tiempo juega a favor del que puede esperar, como siempre, y la pregunta es quién tiene mayor urgencia.