Es porque la mayoría de los vehículos se importa, pero los nacionales se fabrican con 70% de autopartes que llegan del exterior. El resultado de esto es el elevado déficit comercial crónico que genera el sector.
El 70% de los vehículos que se venden en el país son importados pero el 30% restante de productos nacionales está fabricado, en promedio, con más de 70% de autopartes que llegan del exterior. Incluso, las piezas que se producen en el país se hacen con mayoría de insumos importados. El resultado de esto es el elevado déficit comercial crónico que genera el sector, una salida de divisas permanente.
Tomando unos u otros, cada 0 km que se vende localmente es un dolor de cabeza para el Banco Central, que ve reducir sus reservas. La pregunta que muchos se hacen en la industria es si el Gobierno podrá cumplir con la promesa de autorizar el volumen de importaciones establecido, si alcanzarán los dólares a asegurar las autopartes para la producción o deberá aumentar las restricciones a medida falten más divisas. Eso fue lo que pasó entre 2014 y 2015, en una situación similar, y nadie descarta que vuelva a suceder.
Fuente: Ambito