Mucha gente piensa en ahorrar unos pesos a la hora de llenar el tanque. Sin embargo, no sabe el alto costo de las consecuencias. Aquí las explicaciones
Mucho se habla de la composición de los combustibles comunes y de los Premium, de las verdaderas diferencias que existen entre ellos a la hora de llenar el tanque de un vehículo, y si es un mito o realidad que pueden ser más o menos perjudiciales para el motor.
Por precio, muchas personas prefieren ahorrar y a la hora de ir a la estación de servicio se queda con el más económico. Sin embargo, no sabe que las consecuencias para el vehículo son tan graves que, con el tiempo, se terminará gastando más dinero en repuestos que en haber elegido el mejor combustible.
En este caso, analizamos especialmente lo que sucede con el diésel, ya que, si bien queda poca oferta de autos con este tipo de motorización, si existe esta opción en las camionetas, las cuales se encuentran entre los vehículos más vendidos del mercado total.
Para ello consultamos a Toyota, marca que no solamente es líder en el patentamiento de pick ups, sino que la Hilux es el vehículo más vendido del mercado total.
Así, en diálogo con la división de Calidad de la fábrica que se encuentra en Zárate, provincia de Buenos Aires, explicaron a iProfesional que de ninguna manera se recomienda el uso de diésel común en este tipo de vehículos, y que con el tiempo las consecuencias serán mucho más graves que haber gastado $8 más por cada litro de gasoil al elegir el de mejor calidad.
“De acuerdo a la resolución vigente en la Argentina, el combustible grado 3 es el Premium, y el grado 2 es el común. La diferencia está en cómo afecta el rendimiento del motor y las prestaciones del vehículo, aunque esto no será perceptible en el corto plazo”, comentaron en la fábrica.
Sin embargo, los malos resultados aparecerán con el tiempo ya que eso sucede debido a la gran diferencia que existe en la concentración de azufre de cada uno, siendo muy alta en el común, al punto tal que en Toyota no dan opciones con la elección del combustible, sino que recomiendan indefectiblemente el de mejor calidad.
“La concentración de azufre que se marca con una etiqueta en cada unidad es fundamental para el vehículo”, explicaron los expertos.
Si se carga una sola vez, puede ser que el motor lo procese y no se afecte, pero si se usa sistemáticamente, el azufre es un contaminante y causa efectos nocivos.
En este sentido, a partir de las regulaciones que rigen en el país, con la Norma Euro 5, hay que tener en cuenta que es muy importante el impacto ambiental.
“Los gases contaminantes son regulados por la inyección del motor. Está el catalizador en el caño de escape, y el filtro de partículas. El catalizador revoca las concentraciones de los gases mientras que también están los sólidos que hay que filtrarlos. El filtro de partículas es el que evita que los gases salgan a la atmósfera. Pero como todo filtro, hay que limpiarlo o reemplazarlo. Cuando está muy cargado, con la inyección de combustible se incineran los depósitos sólidos, se descomponen y hay un aumento de revoluciones hasta que finaliza el proceso y vuelve al régimen normal. Esto puede ocurrir cuando el auto anda o está parado”, explican los expertos.
Sin embargo, todo está diseñado para que funcione bien sin azufre. La norma Euro 5 exige este sistema y para que funcione correctamente, en durabilidad, se debe usar combustible de grado 3 porque el azufre sino ataca el catalizador.
Con el combustible de mejor calidad esto se evita porque la regeneración es casi automática por medio del sistema de catalización del vehículo.
Sucede también qué, bajo ciertos modos de manejo, de acuerdo como conduzca el usuario, se generarán más rápido o con menor frecuencia las regeneraciones. Si el usuario maneja en ruta, la regeneración será más esporádica, si se usa en distancias cortas, la regeneración es más frecuente, porque no se da tiempo al sistema de regeneración a cumplir el proceso. Igual utilizando el mejor diésel esto no tendría que pasar.
“El contenido de azufre no está pensado para el motor y su acumulación es indeseable. Es como cuando el colesterol se acumula en el organismo, produce una corrosión química adicional que afecta el desempeño y la durabilidad del vehículo”, comentan los expertos.
Fuente: Iprofesional