Los resultados corporativos del segundo trimestre arrojaron que YPF reportó un cargo no recurrente por deterioro de activos por $57.000 millones debido a la caída de los precios internacionales.
En ese marco, la firma conducida por Guillermo Nielsen mostró una pérdida neta operativa de $36.000 millones. “La compañía atravesaba una compleja situación desde el punto de vista económico y financiero que se vio profundizada por los efectos generados por la pandemia”, sostuvieron desde la empresa con participación estatal.
Así como las ventas se vieron sumamente perjudicadas por la crisis, la producción también se contrajo de manera significativa. La producción de petróleo en Argentina bajó un 11% en comparación con el primer trimestre del año, una cifra que, no obstante, fue menor a la observada para el promedio del resto del mundo.
De cara al futuro, los representantes de YPF mostraron cierto optimismo luego del “exitoso” canje de deuda logrado en julio y aseguraron que se encuentran revisando la estructura de costos para lograr “una operación competitiva” y “eficiente”.
“Con todas estas acciones que se van implementando ya se comienzan a ver algunos resultados operativos y financieros que permiten vislumbrar que el momento más crítico de la difícil situación profundizada por el efecto de la pandemia comienza muy lentamente a despejarse“, afirmaron.