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El precio limitado y las bajas ventas que registra el sector hace más de cuatro meses condiciona el pago de sueldos y servicios.

La caída en la venta de combustibles sin antecedentes que registran los estacioneros producto de la pandemia del coronavirus no es la única crisis que atraviesan. El congelamiento de precios de las naftas y el gasoil condicionó al sector desde agosto del año pasado y en la región el impacto fue aún mayor por el fuerte desplome de la industria petrolera y principalmente Vaca Muerta.

Los gastos que tenemos que afrontar nosotros tanto de salarios como de electricidad en una estación de servicio no se condicen con los ingresos que tenemos nosotros que están limitados hace un año”, expresó el presidente de la Cámara de Expendedores de Combustibles de Río Negro y Neuquén (Cecnern), Carlos Pinto en diálogo con Energía On.

El martes el presidente Alberto Fernández aseguró en una entrevista que el congelamiento de combustibles “es un problema” y que están en diálogo con YPF por ese tema. En el mismo marco, el presidente de YPF, Guillermo Nielsen, alertó ayer que el atraso en el precio “es muy significativo”. Si bien no mayores precisiones si planean autorizar nuevos aumentos o no, el tema volvió a entrar en agenda.

Estas declaraciones ayudan mucho porque desde el momento que lo ven como un problema entonces podemos buscarle una solución.  No nos olvidemos que YPF hace caja con la venta de combustibles”, indicó Pinto.

Para algunos expertos del sector, el arreglo con los bonistas podría afectar “favorablemente” en el precio de los combustibles, al haber menor presión desde las corridas del dólar que estiran aún más la diferencia. Por ahora el barril de petróleo mantiene una tendencia alcista, pero no de manera exponencial y los aumentos siguen siendo lentos.

Nosotros que cobramos un porcentaje sobre las ventas, realmente nos afecta de forma directa el congelamiento, no obstante, somos conscientes que en un momento como este, aumentos de combustibles donde todavía tenemos un largo camino por recorrer para poder recuperar las ventas que teníamos antes de la pandemia es complejo”, analizó Pinto.

Según los últimos datos oficiales, las ventas de combustibles en Neuquén y Río Negro, durante junio, registraron una diferencia negativa del 37,6% y 39,6% respectivamente, en comparación a febrero, el último mes de ventas plenas previo al coronavirus.

Por último, desde la Cecnern aseguraron que con o sin congelamiento, el impacto del coronavirus en la demanda de combustibles no hubiese significado una crisis menor, pero esperan que una vez pasada la pandemia se pueda volver al sendero de precios que lleve hacia una paridad de exportación.

Hay muchas estaciones que si no hubiesen recibido ayuda del gobierno no hubieran podido subsistir, incluso hay algunas que ni siquiera con esa ayuda lo pueden hacer. El sector está muy afectado por esto, las ventas están directamente relacionadas con la manera que se van liberando los distintos sectores, el panorama es complejo”, concluyó Pinto.

 

 

 

Fuente: Rio negro