La producción de los desarrollos de shale oil mejoró pero aun no alcanza los niveles prepandemia. En el gas hay una caída interanual. La actividad continúa parcialmente frenada.
La crisis generada en la industria petrolera por la pandemia de coronavirus y por la estricta cuarentena obligatoria de Argentina golpea con fuerza a Vaca Muerta en donde la actividad se desplomó entre abril y mayo, pero desde junio comenzó a mostrar signos de recuperación.
Gran parte de los recortes en la producción nacional que se realizaron en los primeros meses de la cuarentena se dieron en Vaca Muerta por las características de los pozos de shale oil, que no sólo permiten ser cerrados de una forma más segura que los convencionales sino que además no cuentan con el efecto castigo del arrastre de agua por meses que tienen los yacimientos maduros.
Estos factores llevaron a un desplome enorme entre abril y mayo en lo que hace a los volúmenes de producción, dado que por ejemplo sólo en Loma Campana, el yacimiento estrella de YPF y Chevron en la formación no convencional, las firmas cerraron el 50% de su producción, es decir más de 20.000 barriles por día.
Pero los datos del último mes de producción cerrado, es decir de junio, marcan un notable repunte en lo que hace a la generación.
En ese mes los yacimientos de Vaca Muerta generaron cerca de 117.000 barriles de petróleo, lo cual representó más del 70% de la producción de toda la provincia que en junio fue de 159.631 barriles por día.
En números
- 20.000 son los trabajadores de los gremios que permanecen suspendidos.
Estos valores marcan que pese a la reapertura de la mayoría de los pozos que fueron cerrados, los yacimientos del shale argentino aún están un 4,87% por debajo del nivel que tuvieron en marzo, previamente a la pandemia.
En ese mes, la producción de Neuquén tocó un récord en 14 años con prácticamente 170.000 barriles de crudo por día, de los cuales 123.000 provinieron de Vaca Muerta, es decir 5.000 barriles por día más que los registrados en junio.
Producción de gas
En el segmento del gas el panorama no es tan positivo. La producción no convencional de Neuquén alcanzó los 48,53 millones de metros cúbicos por día (sumando al shale el tight gas) y representó el 70% de los 69,08 millones de metros cúbicos que diariamente fluyeron por las redes del país.
Pero este volumen de gas está muy por debajo del nivel que se alcanzó en junio del año pasado en la provincia, que había sido de 76,83 millones de metros cúbicos, y responde en gran medida a la crisis de precios que está atravesando desde hace meses el segmento del gas en el país.
La reapertura de pozos en Vaca Muerta y los mejores volúmenes de crudo no marcan sin embargo que la actividad en la formación esté cerca de volver a los niveles de la vieja normalidad.
La cantidad de equipos de perforación sigue siendo muy baja, con apenas seis rigs activos. Esto representa que a pesar de que en Vaca Muerta dos decenas de empresas encaran la roca madre, actualmente solo hay cuatro empresas en actividad de producción de nuevos pozos: Shell, Pan American Energy (PAE), ExxonMobil y Chevron.
Lo cual marca un nuevo escenario para Vaca Muerta, dado que desde hace un par de meses la actividad en la formación clave para el desarrollo energético del país es impulsada fundamentalmente por empresas extranjeras.
Precisamente esta parálisis parcial de la actividad, que a más de cuatro meses del inicio de la cuarentena mantiene a más de 20.000 trabajadores suspendidos, responde en buena medida a la situación que atraviesa el principal actor del rubro petrolero del país y de Vaca Muerta, como es YPF.
La firma de bandera nacional no logró reactivar a la fecha ninguno de los 18 equipos de perforación que tuvo antes de la pandemia, y negocia con los gremios una modificación de las condiciones laboral para poder comenzar a retomar los trabajos pero con un esquema que se amolde mejor a la nueva realidad.
Mientras tanto, la crisis petrolera marca que en junio prácticamente uno de cada cuatro barriles de petróleo que se extrajeron en el país provinieron de Vaca Muerta, en donde los 117.000 barriles diarios fueron una parte medular para una producción nacional total diezmada que apenas alcanzó los 438.737 barriles diarios.
Estos valores marcan una mayor proporción del crudo de Vaca Muerta en la balanza total del petróleo argentino y vienen a reflejar algo que la distribución de los equipos de perforación de nuevos pozos ya estaban marcando dado que sobre 7 rigs activos en el país, 6 están en Vaca Muerta, señalando claramente en donde se concentra el interés de las principales petroleras.
Fuente: Rio negro