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Atribuyó la medida al congelamiento de tarifas. Entre enero y junio de este año perdió $2.586 millones pero en 2019 había ganado $12.267 millones. Asegura que se redujo la duración de los cortes de luz.

Varias manzanas alrededor del Parque Centenario, en la Ciudad de Buenos Aires, amanecieron ayer con corte de electricidad. La zona pertenece a Edesur, empresa que sigue en el centro de los reclamos de los usuarios por la mala calidad del servicio. Y está en la mira de varios intendentes del sur del GBA que están pidiendo que se le quite la concesión por incumplimiento del plan de inversiones.

En este contexto, ayer se conoció un informe que la empresa, propiedad de la italiana Enel, presentó ante la Comisión Nacional de Valores, con los resultados operativos del primer semestre.

En ese informe Edesur admite que las inversiones cayeron 52% entre el primer semestre de este año y el mismo período del año pasado. En la primera mitad de 2019 habían llegado a $7.274 millones, en tanto que en este 2020 fueron de apenas $3.500 millones.

“Comparado con el primer semestre de 2019, las inversiones han disminuido debido al congelamiento tarifario”, argumentó.

Esto explica, al menos en parte, los problemas que sufren a diario los usuarios de la mitad sur de la Capital Federal y 12 partidos del conurbano bonaerense donde la empresa tiene la concesión. Y convalida las quejas de los intendentes sobre el mal estado de la red.

En su defensa, Edesur detalló en la nota enviada a la CNV que en el primer semestre no sólo la inversión sino todos sus números de operación fueron negativos. Los ingresos cayeron 23% “como consecuencia del congelamiento tarifario vigente y los efectos de la pandemia”, explicó.

En cuanto al resultado después del pago de impuestos, Edesur cerró el semestre con una pérdida de $2.586 millones. La cifra contrasta contra la ganancia de $12.267 millones que había informado en el primer semestre de 2019.

Los intendentes más críticos resaltan justamente que el año pasado, pese a reportar ganancias, las inversiones fueron insuficientes para evitar el deterioro de los servicios. La empresa asegura, en cambio, que en los últimos cuatro años las inversiones fueron equivalentes a u$s700 millones. Afirma además que esas inversiones “ han permitido mejorar la reducción de la duración promedio de los cortes en un 29% respecto de 2019 y un 40% respecto de 2016”.

Algunos jefes comunales bonaerenses ya encargaron estudios específicos para analizar esas cifras y determinar dónde se concretaron las inversiones.

El informe elevado a la Bolsa hace referencia al congelamiento de tarifas como la razón central de sus problemas operativos. Pero atribuye a Nicola Melchiotti, country manager de Enel en Argentina, la siguiente frase: “Confiamos se logre restablecer pronto un nivel de seguridad jurídica que permita al sector eléctrico poder funcionar, asegurando un servicio esencial y digno para todos”.

La alusión de la falta de “seguridad jurídica” fue interpretada en algunos ámbitos políticos como un tiro por elevación a las amenazas de rescindir la concesión. Y no cayó bien en el frente de jefes comunales que reclaman sanciones.

El grupo italiano Enel también tiene el control de varias empresas de energía en la Argentina. Una de ellas es Generación Costanera S.A, que ayer también reportó a la CNV los resultados del primer semestre. En el comunicado, tal como hizo con Edesur, la multinacional buscó poner de relieve que su operación en el país está muy lejos de ser próspera y atribuyó esa situación a medidas de los gobiernos.

En el caso de Generación Costanera, destacó que “el resultado del período registró una baja del 78% respecto a 2019 debido a la pesificación de los valores remunerativos de la energía junto con otras medidas regulatorias aplicadas”.

A la vez, puso de relieve que invirtió $884 millones en el semestre, con una suba de 33% contra el mismo lapso de 2019.

Fuente: Ambito