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Son las firmas que presentarían procesos preventivos de crisis en los próximos días. Esta semana habrá reuniones con las cámaras del sector.

El complejo escenario por el que atraviesa la industria petrolera local tiene a uno de los eslabones más débiles de la cadena de valor al borde de la quiebra. Se trata de las pymes vinculadas a la actividad de exploración, perforación y, en algún porcentaje menor, a las de terminación de pozos.

Una de las primeras medidas que tomaron las petroleras ante el inédito contexto impuesto por la pandemia del coronavirus fue limitar la producción en algunas áreas, pero principalmente suspender los planes de exploración y perforación de nuevos pozos ante la fuerte caída en la demanda.

Con estas medidas fueron las pequeñas y medianas empresas las más afectadas que vieron su nivel de facturación reducido hasta un 90 por ciento prácticamente de la noche a la mañana. Si bien todas las pymes de la Cuenca Neuquina vieron alterados sus ingresos, ningún segmento recibió un golpe más fuerte.

Además, en el corto y mediano plazo, a medida que se vaya recuperando la demanda, las petroleras comenzarán con la reactivación de pozos cerrados y reanudarán las campañas de mantenimiento, por lo cual, es probable que el nivel de perforación que había antes de la cuarentena en Neuquén (32 equipos de perforación) no se alcance rápidamente. Para poner en contexto, julio arrancó con 5 equipos de perforación en Vaca Muerta.

La semana pasada la Cámara Empresarial Industrial Petrolera y Afines de Neuquén (Ceipa) comunicó que un porcentaje de sus empresas asociadas comenzarían a presentar procesos preventivos de crisis como maniobra para evitar la quiebra y son precisamente las vinculadas a los nuevos pozos las que harían las presentaciones en los próximos días.

“En este sector está muy grave la situación, hicimos 0 etapas de fractura en abril y 28 en mayo, las empresas que están ahí son las que están al borde de concursarse porque hace 3 meses que no trabajan, y las pymes en general, a diferencia de las grandes, trabajan en algún servicio puntual y les afecta en la totalidad de su posibilidad de prestar servicios”, expresó el representante de Relaciones Institucionales de la Ceipa, Gonzalo Echegaray, en diálogo con Energía On.

Vale señalar que junio cerró con 196 etapas de fractura, y si bien significó un aumento mensual del 600%, no se compara con las más de 700 que se registraron en el arranque del 2019.

Para conocer más en detalle la situación de las asociadas, antes de que termine la semana, la Ceipa recibirá a las empresas más afectadas para conocer a fondo su situación y asesorarlas y hacer una presentación conjunta ante la secretaria de Trabajo.

Por otro lado, desde Ceipa precisaron que YPF comenzó una campaña de renegociación de contratos con las pymes locales y, en algunos casos, pidieron rebajas de hasta un 30 por ciento.

“Hoy no hay 30 por ciento de rentabilidad, con lo cual, si se pide un 30 por ciento de descuento lo que tenés que renegociar son las condiciones del contrato”, indicó Echegaray.

Por último, detallaron que las asociadas también manifiestan retrasos en los pagos que hace la petrolera de mayoría estatal y que condiciona el funcionamiento de las pymes. Si bien destacaron el diálogo con el gobierno provincial y nacional, señalaran que “no hay multadas ni penalidades contra YPF, a pesar del retraso en los pagos.”

 

 

Fuente: Rio negro