El barril de WTI para entrega en julio cayó a u$s36 en medio de los temores por una segunda ola de Covid-1. El miércoles se conoció que los inventarios de crudo en EEUU treparon 5,7 millones de barriles.
Paralelamente, a pesar de que la mayoría de los estados han liberado los confinamientos, el consumo de combustible se mantiene un 20% por debajo de los promedios, ya que los consumidores siguen siendo cautelosos.
La apuesta está focalizada a la recuperación del consumo de combustibles durante la temporada estival.
Si la demanda no se recupera, los refinadores norteamericanos se encontrarán con un exceso de oferta adicional. El miércoles, la Agencia de Información de Energía dio cuenta que los inventarios de crudo de Estados Unidos aumentaron la semana pasada en 5,7 millones de barriles, hasta alcanzar un tope de 538,1 millones de barriles, en gran medida a partir de las importaciones desde la Costa del Golfo desde Arabia Saudita.
Las reservas de nafta también crecieron más de lo esperado a 258,7 millones de barriles. Por su parte, los inventarios de destilados, que incluyen diesel y combustible para calefacción, aumentaron en 1,6 millones de barriles, aunque el aumento fue menor que en las semanas anteriores.
Con el objetivo de sostener los precios del crudo ante el lento repunte de la demanda, la Organización de Países Exportadores de Petróleo, Rusia y otros productores, un grupo conocido como OPEP+, pactaron reducir aproximadamente el 10% del suministro global, hasta julio, algo que algunos países, como Irak y Nigeria, no cumplieron.
En cuanto a la recuperación económica de Estados Unidos, la Reserva Federal estadounidense (Fed) ofreció el miércoles su primer pronóstico del año y alertó que el camino será largo.
La Fed prevé una caída del PBI del 6,5% en 2020, para pasar a una fuerte recuperación del 5% en 2021.
Fuente: Ambito