El balance de mayo reflejó la reanudación de las etapas de fractura, aunque de forma mucho menor a lo que había antes de la pandemia. En el caso del tight, la parálisis generada por la cuarentena marcó su segundo mes consecutivo sin punciones.
Lo peor de la cuarentena obligatoria parece haber quedado atrás para Vaca Muerta, en donde junto a la reactivación de cuatro equipos de perforación, el balance de las fracturas que se hacen para poner los pozos en producción mostró que ese segmento también se reactivó tras permancer más de 40 días paralizado.
De acuerdo al informe que elabora el country maganer de NCS Multistage, Luciano Fucello, luego de que en abril Vaca Muerta no sumara ni una sola etapa de fractura, durante mayo se realizaron 28 punciones en pozos de la formación no convencional.
Este nivel de etapas de fractura es realmente menor, en especial si se tiene en cuenta que un pozo promedio tiene cerca de 35 a 40 etapas de fractura. Sin embargo, representa un gran avance para la formación el lograr reactivar los equipos de fractura que además sumaron un número bajo de punciones porque se pusieron en funcionamiento en los últimos días del mes.
En detalle fueron dos las empresas que realizaron etapas de fractura en mayo: Shell que sumó una sola etapa en Bajada de Añelo y Pan American Energy (PAE) que sumó las restantes 27 etapas realizadas en mayo en su bloque Coirón Amargo Sur Este (CASE), ambos bloques orientados a la producción de petróleo .
Las empresas de servicios que realizaron estos trabajos fueron Baker Hughes en el caso de PAE y Halliburton en el caso de Shell.
Estas dos operadoras son las que más activas se han mantenido desde el inicio de la cuarentena dado que por un lado no debieron cerrar parte de su producción, como sí ocurrió con otras firmas ante la falta de espacio de almacenamiento, pero además fueron las primeras compañías en reactivar equipos de perforación.
En febrero, el último mes de actividad no impactada por la cuarentena obligatoria que comenzó en marzo, se realizaron 402 etapas de fracturas con destino a la formación shale. En tanto que en ese mes se registró por primera vez la total inactividad en el segmento del tight que ahora también permance inactivos desde el inicio de la cuarentena.
Sin embargo, el ritmo de la actividad en Vaca Muerta parecía mostrar un leve repunte en marzo, dado que a pesar de que en ese mes hubo 12 días de cuarentena, las etapas de fracturas completadas superaron a las de febrero y totalizaron 431.
El seguimiento de las etapas de fractura en Vaca Muerta es el mejor indicador del nivel de actividad de la industria dado que refleja de mejor forma el avance de los trabajos que ya no pueden ser medidos por la cantidad de equipos perforadores o simplemente de nuevos pozos, porque no todos los pozos son iguales.
Y precisamente, la reanudación de las etapas de fractura lo que marca es que habrá nuevos pozos en producción en la formación no convencional, dado que estas fracturas o punciones son las que permiten incentivar a la roca generadora para que por medio de la inyección de agua y arena fluyan hacia la superficie los hidrocarburos. Por lo cual sin etapas de fractura no puede haber nuevos pozos en producción.
Según se supo, algunas operadoras se están preparando para reactivar sus sets de fractura en este mes, como podría ser el caso de Chevron que ya retomó las tareas de perforación en El Trapial, en la zona norte de Vaca Muerta.
Aunque esta reactivación dependerá más de que el país pueda recuperar un nivel de actividad y demanda de energía similar al que había antes de la pandemia, que al efecto que en el corto plazo pueda generar el impacto del nuevo barril criollo o del plan para lanzar un nuevo programa de subsidios para la producción de gas.
Fuente: Rio negro