En un marco de fuertes restricciones a la actividad económica por el coronavirus, la industria cayó profundamente de manera interanual. De esta manera, acumuló una contracción del 7,6% en el primer cuatrimestre según la fundación.
Las bajas más importantes las sufrieron los rubros “Automotores” (-39,4%), “Minerales no metálicos” (-35,1%) y Siderurgia (-24,5%). En el mismo sentido, también sufrieron decilves superiores a la media los sectores de “Cigarrillos” (-21,7%), “Papel y celulosa” (-15,6%) y Metalmecánica (-9,1%).
Por el contrario, las únicas dos industrias que crecieron en los primeros cuatro meses del año fueron la de “Alimentos y Bebidas” y la de “Insumos químicos y plásticos”, con incrementos del 0,7% y del 4,7%, respectivamente.
Según el tipo de bienes, las peores pérdidas se observaron en la producción de bienes de capital (-31,9%) y en la de bienes de consumo durables (-11,7%). En FIEL explicaron que esto se produjo por el freno de la industria automotriz, de maquinaria agrícola y línea blanca.
Paralelamente, agregaron que la producción de alimentos y actividades químicas puntuales evitaron un mayor retroceso entre los bienes de consumo no durables y los de uso intermedio, cuya producción bajó un 6,5% y un 2,3%, respectivamente.
Los últimos datos oficiales de INDEC, correspondientes a marzo, arrojaron una merma del 17% en la industria, con lo cual acumula 22 bajas en los últimos 23 meses.
Mientras tanto, la semana pasada, la consultora Orlando Ferreres advirtió que la industria retrocedió un un 27% interanual en abril, el peor registro mensual desde que arrancaron a publicar el indicador del sector. Las causas, evidentes, estuvieron vinculadas, fundamentalmente, a la nula producción de automóviles y electrodomésticos, sumado a una muy baja demanda de acero y a la crisis en el sector de la construcción, que arrastró al consumo de cemento.
Respecto a las perspectivas a futuro, en FIEL prevén que, aún con la reapertura en locaciones especificas y con menos turnos y dotaciones de personal, la caída interanual de la producción resultaría profunda.
Desde la fundación sostuvieron que el deterioro de las expectativas de crecimiento y la confianza en la industria de Brasil no ayuda a alimentar las esperanzas en una recuperación a nivel local y que “la presente recesión industrial resultará la más larga de los últimos 40 años”.
Fuente: Ambito