El presidente ruso, Vladimir Putin, y el príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, mantuvieron hoy una conversación telefónica sobre la posibilidad de ampliar los recortes a la producción de crudo, más allá de junio.
El barril de petróleo se contrajo este miércoles tras varias jornadas de subas ante la posible oposición de Rusia a disponer nuevos recortes en la producción de crudo.
La variedad WTI bajó 4,3% y cerró a 32,90 dólares por barril, mientras que el tipo Brent descendió 3,7% y terminó negociándose a 34,80 dólares por unidad, según la agencia Bloomberg.
El presidente ruso, Vladimir Putin, y el príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, mantuvieron hoy una conversación telefónica sobre la posibilidad de ampliar los recortes a la producción de crudo, más allá de junio, cuando culmine el actual pacto de reducir 10 millones de barriles diarios.
A pesar del hermetismo del diálogo entre ambos líderes, fuentes cercanas a ambos gobiernos indicaron que no hubo acuerdo y que habrá nuevos contactos, para determinar si se continúa con las restricciones en la producción acordada en el seno del nucleamiento OPEP+.
En menos de dos semanas, los estados miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados, mantendrán un encuentro ampliado para determinar si se continúa con los recortes, una iniciativa que está siendo liderada por los sauditas.
El grupo conocido como OPEP + acordó recortar la producción en casi 10 millones de barriles diarios durante mayo y junio, lo que permitió una fuerte recuperación de los precios del crudo.
Otro de los factores que influyó en la caída del precio hoy fue el aumento de las tensiones diplomáticas entre Washington y Beijing, como consecuencia de las responsabilidades por el origen de la pandemia y la decisión del gobierno chino de reprimir las manifestaciones en Hong Kong.
Dos elementos más pesaron en la baja del petróleo. Primero, las sombrías perspectivas de caída en la economía de la zona euro y segundo la utilización de las refinerías en Japón, un país importador neto de petróleo, que operan a la mitad de su capacidad instalada.
Fuente: Telam