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Rusty Hutson nunca quiso trabajar en el sector energético

Pese a su inicial renuencia, Rusty Hutson Jr no pudo escapar de su vocación familiar.

Nacido y criado en una familia obrera en medio de los campos de petróleo y gas de Virginia Occidental, Estados Unidos, tanto su padre, como su abuelo e incluso su bisabuelo se ganaron la vida en el sector de la energía.

Trabajaron en pozos y en tuberías, realizando duras labores manuales, día tras día y año tras año , para mantener a sus familias.

Pero en 1991 se convirtió en el primer Hutson en graduarse de la universidad, y quiso hacer algo completamente diferente con su vida.

“Decidí que meterme en el negocio del petróleo y el gas era lo último que quería hacer “, dice. “Es un trabajo realmente duro”.”

Con su título de contador por la Universidad Estatal de Fairmont, en Virginia Occidental, Rusty se embarcó en una exitosa carrera bancaria durante una década que lo llevaría a Birmingham, en el estado de Alabama.

Un viejo pozo de gas por US$250.000

Pero a medida que pasaban los años, a Rusty comenzó a fastidiarle el hecho de no haber seguido los pasos de su padre en la empresa familiar.

“Virginia Occidental era un estado difícil cuando estaba creciendo. Todavía lo es”, explica.

“Había dos tipos de personas: o trabajabas en la industria del carbón, o trabajabas en la del petróleo y gas. Era generacional. Si tu padre y tu abuelo lo hicieron para ganarse la vida, entonces vos también lo hacías”.

“Y a medida que avanzaban los años, me sentía cada vez más atraído por ese mundo. También tenía el deseo de construir algo, de hacer algo emprendedor”.

Por eso en 2001, con 32 años, Rusty compró un viejo pozo de gas en Virginia Occidental por US$250.000 con el dinero que consiguió rehipotecando su casa.

“Era un pozo viejo y pequeño, había estado en producción durante años, pero para mí era como oro”, dice.

“Durante los siguientes cuatro años seguí trabajando en el banco, pero cuando tenía tiempo libre iba a Virginia Occidental a trabajar en el único pozo que poseía por aquel entonces”.

Ingresos por más de US$500 millones

Hoy, la compañía de Rusty, Diversified Gas & Oil (DGO), es propietaria de más de 60.000 pozos de gas y petróleo en Virginia Occidental, Pennsylvania, Ohio, Kentucky, Virginia y Tennessee, estados que forman parte de una región conocida como los Apalaches.

DGO emplea a 925 personas y tiene ingresos anuales de más de US$500 millones. Alrededor del 90% de sus operaciones son derivadas del gas natural y un 10% del petróleo.

La compañía sigue un modelo comercial muy específico: no realiza ninguna perforación para encontrar nuevas reservas de petróleo y gas.

En su lugar, compra pozos viejos que productores más grandes ya no quieren, porque los niveles iniciales de flujo han caído.

” No quieren estos pozos viejos , pero aún les queda un promedio de 50 años de vida útil, por lo que podemos administrarlos de manera muy eficiente y ganar dinero”, dice.

Rusty asegura que a DGO le ha beneficiado la llamada “carrera por el esquisto” que se ha visto en Estados Unidos durante la última década, en el que muchas empresas de petróleo y gas renunciaron a pozos tradicionales para dedicarse al fracking.

Cotizar en la Bolsa de Londres

En términos muy simples, a diferencia de los pozos tradicionales, desde los que el petróleo y el gas se extrae directamente, el fracking implica primero inyectar una mezcla de agua, arena y productos químicos a alta presión en rocas de esquisto bituminoso.

Esto fractura las rocas y permite la extracción de grandes cantidades de petróleo y gas a los que antes no se tenía acceso.

Rusty sostiene que el giro de toda la industria hacia el fracking y sus mayores volúmenes de producción le ha permitido a DGO comprar miles de pozos viejos tradicionales pero aún productivos a menor costo, lo que le ha facilitado la expansión rápida de su negocio.

En 2017, la compañía decidió salir a bolsa para recaudar fondos para continuar creciendo.

Rusty eligió el Mercado de Inversión Alternativa de la Bolsa de Londres (LSE, por sus siglas en inglés), lo que fue un movimiento inusual para una empresa estadounidense .

“No éramos lo suficientemente grandes como para lanzarnos en Estados Unidos”, dice.

“Y no quería seguir la ruta del capital privado porque no quería trabajar para otra persona e intentar recuperar parte del porcentaje”.

“Una propuesta prácticamente única”

Actualmente, DGO está a punto de ascender al índice principal de la bolsa londinense.

James McCormack, analista energético de Cenkos Securities, dice que la estrategia de DGO de “adquirir pozos productores (de petróleo y gas) de bajo costo, de larga vida y baja declinación” es “una propuesta prácticamente única”.

“Bajo el liderazgo de Rusty, DGO ha crecido rápidamente desde su OPV (oferta pública de venta) en febrero de 2017, se ha aumentado la producción 20 veces y las reservas 23 veces”, prosigue McCormack.

Carlos Gomes, otro analista del sector, del grupo Edison, destaca que DGO se ha convertido en el mayor productor de gas convencional en la región de los Apalaches.

“La compañía posee activos productivos maduros, de bajo costo operacional y de larga duración que generan flujos de efectivo muy estables”, agrega.

Consejos paternos

A largo plazo, el plan de DGO es seguir comprando pozos para reemplazar aquellos en los que la producción se vaya parando.

Rusty dice que la empresa actualmente tiene planes para expandirse a otros estados, como Texas.

Para el corto plazo, el emprendedor dice estar tranquilo pese al derrumbe de los precios del petróleo y del gas a causa de la pandemia de coronavirus.

Primero porque tiene acuerdos a largo plazo sobre el precio en que vende su producción, y luego porque su negocio opera de manera más eficiente que el de los más grandes.

También porque puede recurrir a su padre cuando necesita ayuda y consejos.

Su progenitor, Rusty Sr, es el supervisor de las operaciones en el norte de Virginia Occidental de la empresa.

“Tiene 72 años y le encanta “, asegura Rusty. “¿Que si intenta decirme qué hacer? Oh, por supuesto”.

Will Smales

Corresponsal de Economía, BBC News

 

 

Fuente: La nacion