Estrenó el medidor bidireccional en el 2014 en un pueblo santafesino de 11 mil habitantes. Desde entonces genera su propia energía, ahorra y devuelve el excedente a la red
Una palabra rara, prosumidor.
Y aunque parece estar de moda, tiene una larga historia.
Miles de jóvenes en todo el mundo son prosumidores, es decir productores y consumidores de manera simultánea. Esta fusión es imparable y ha crecido vertiginosamente en la última década.
La defensa del medio ambiente y el consumo de alimentos sanos han fortalecido una forma de vida en la que la sociedad cambió el verticalismo por una relación horizontal de ida y vuelta.
Uno de los primeros que habló de esto fue Alvin Toffler, un visionario al que muchos tomaron como un simple excéntrico futurista, pero que tuvo el talento de anticiparnos muchas cosas que hoy son normales. Escribió un libro que nos rompió la cabeza, “La tercera ola”, en 1979.
Fue pocos meses antes de que en El Trébol, un pueblo de 11.000 habitantes de la provincia de Santa Fe, naciera el protagonista de esta crónica.
Se llama Marcelo Lenzi, tiene 39 años y es ingeniero:
-Estudié en la UTN, en la Facultad Regional de la ciudad de Santa Fe… Cuando me recibí me fui a trabajar a San Nicolás, a una empresa del rubro de aire acondicionado y calefacción…
-¿Y cómo te relacionaste con el tema de las energías renovables y especialmente con el tema de la energía solar?
-Justamente cuando trabajaba en San Nicolás, llegaban revistas europeas con notas que hablaban del problema en el mundo del consumo energético. Y aunque las revistas eran específicamente de climatización, del HVAC como se le llama, en ese tipo de industrias siempre hubo un consumo muy elevado de energía. Entonces se mostraba bastante lo que se hacía en Europa para bajar esos consumos o para paliar sobre todo porque el costo que tiene allá la energía es otro, muy distinto a lo que tenemos acá… Ahí empece a leer, año 2005, a interiorizarme con respecto a lo mío, pero aparte me entusiasmé con estas cuestiones de la energía solar y después empecé a comprar libros y bueno… Todo se fue dando.
Una vez recibido, y pese a que tenía trabajo en San Nicolás, el flamante ingeniero regresó a El Trébol, su pueblo natal:
-Volví porque me tiraba la ciudad. San Nicolás no es muy grande, tiene unos 120.000 habitantes, pero yo me crié en un pueblo de 11.000 personas y si bien profesionalmente me iba a costar mucho más y eso siempre lo tuve en claro, estaba por casarme, después vino la familia… qué sé yo…
-¿Tu novia de dónde era?
-De El Trébol. Eso fue en el 2009. Dije bueno, volvemos, Mi señora es docente y en ese momento había hecho los trámites para hacer el traslado a Villa Constitución que está allí pegado a San Nicolás, del lado de Santa Fe… Volví en febrero, nos casamos en marzo y el compromiso con la empresa me hizo seguir trabajando bastante tiempo yendo y viniendo, preparando a la gente que quedaba en mi lugar pero bueno simplemente me volví… La relación que uno tiene con el pueblo es muy fuerte…
El Trébol está muy relacionado con la industria lechera. Durante décadas fue una cuenca tradicional en la producción argentina. Y si bien ese núcleo desde hace un tiempo se traslado un poco más al norte, hacia Rafaela, conserva una característica: allí están radicadas todas las fábricas de ordeñadoras del país. Seis en total, entre ella la multinacional DeLaval. Muchas fábricas autopartistas redondean el perfil industrial de una localidad que provee equipos de ordeñe, componentes y equipos de frío a todo el país.
Allí, en su pueblo, Marcelo formó su familia. Nacieron Juliana, que hoy tiene 10 años, y Juan Manuel, que está por cumplir 6.
Pronto se iba a convertir en uno de los pioneros de la energía solar en la Argentina.
Uno de los pensadores más interesantes de la actualidad es el norteamericano Jeremy Rifkin. Este economista y sociólogo se autodefine como “un activista en favor de una transformación radical del sistema basado en el petróleo y en otros combustibles fósiles”. Fue entrevistado por el periodista español Juan Manuel Zafra, en la revista de la Fundación Telefónica y reveló un dato desconocido:
-De los 50 estados norteamericanos, 29 han desarrollado planes para el desarrollo de energías renovables y están integrando la energía solar. El año pasado en la conferencia europea por la emergencia climática, las ciudades estadounidenses declararon una emergencia climática y ahora están lanzando su Green New Deal.
El cronista sabe muy poco del tema. Apenas si puede imaginar que hay pantallas que reciben la luz del sol y la transforman en energía. ¿Pero cuál es la realidad de la energía solar en la Argentina? Desde El Trébol, vía Skype, el ingeniero Lenzi nos ubica en el tema:
–Hay muchas personas que tienen termotanque solar, o sea que usan la luz del sol para calentar el agua, ese mercado creció mucho… Hoy por hoy está en las 10 mil personas… Y además está el grupo que usa la luz del sol para generar electricidad, lo que llamamos el sector fotovoltaico… La luz del sol no ya para calentar el agua sino para darle electricidad a la casa, para las lamparitas, el televisor, la heladera…
-¿Y cuántos son esos usuarios en el país?
-Unos dos mil… La novedad es que provincias como Buenos Aires, Córdoba, Mendoza y la Ciudad de Buenos Aires se está aplicando la Ley Nacional 27.424, sancionada el año pasado, la llamada ley de Generación Distribuida… Eso tiene que ver con una persona que se autoabastece de energía solar y devuelve el excedente a la red…
-¿Lo que se llama prosumidor?
-Sí, eso mismo…
Esos datos son actuales, de este mayo de 2020. Y seguramente la cifra irá aumentando, siguiendo el camino que abrió el primer prosumidor de la Argentina: el ingeniero Marcelo Lenzi, en el pueblo de El Trébol:
-Empezamos las gestiones en 2013 y la conexión se hizo en febrero de 2014.
-¿Pero cómo pudiste hacerlo si en esa época no había Ley?
-Porque la distribuidora, en este caso la EPE de Santa Fe, armó un protocolo adaptando uno que tenía para otra cuestión y lo aplicó a energías renovables. Eso fue en octubre de 2013, pero exclusivamente a clientes de EPE, que puso este protocolo de conexión, lo habilitó y fue el primero en Santa Fe y el primero en el país… Las otras provincias se demoraron más, creo que Salta fue la segunda a fines del 2016… De hecho tomaron el protocolo de Santa Fe como modelo.
El joven ingeniero, aquel que leía las revistas europeas que llegaban a su trabajo, entendió que ese era el camino:
-Claro, claro… Los sistemas fotovoltaicos se pueden dividir en dos grandes grupos. Están los de conexión a red, que es esto que hice acá en mi casa en su momento, o sistemas con baterías. Los sistemas con baterías son contaminantes, son muy costosos, requieren mucho mantenimiento… muchas cuestiones por las que en Europa ya no se usan más. El gran cambio arrancó en el 2001 con Alemania y Japón, sobre todo con sistemas de conexión a red. Alemania, porque el 90 por ciento de su energía era generada por centrales nucleares y tenía un plan de empezar a desactivarlas…
El lector también habría querido saber si Alemania tomó esa decisión por costos, por contaminación o por seguridad:
-Por seguridad, por seguridad… En realidad, las centrales nucleares tienen un costo de valor de energía muy barato. Y no son centrales contaminantes, eso hay que aclararlo. Pero sí se les vuelve muy costoso mantener los combustibles una vez que terminada su vida útil. Eso lo empezaron a ver como muy costoso a futuro en Alemania.
Lo mismo que con otras actividades de producción y de intercambio comercial en el mundo, Alemania carece de la materia prima pero es muy fuerte en el aprovechamiento industrial:
-Ellos básicamente venden la tecnología… Alemania tiene un nivel de radiación solar muy mala, pero bueno, entendieron que les iba a servir para vender la tecnología en el mundo y así lo hicieron…
-¿O sea que Alemania es un país de poco sol, pero de mucha inteligencia para venderle al mundo cómo aprovechar ese poco sol que tienen?
-Exacto, tal cual… En el momento en el que yo me conecté, en el año 2013, fui adquiriendo los equipamientos, prácticamente no se fabricaban los módulos fotovoltaicos o los paneles como se los llama habitualmente… No se fabricaban para el sistema de baterías, sólo para conexión a red… Acá en el país no se encontraban, tuve que hacer un poco un menjunje con las cosas que había acá como para poder arrancar…
Hoy hay nuevos actores en la escena. O uno, claramente, según revela Marcelo:
-La fabricación al día de hoy está casi exclusivamente en China. Y todas las empresas chinas de fabricantes de equipamientos son relativamente nuevas.
-¿De donde sacó el conocimiento China?
-De Alemania… Alemania le vendió su tecnología.
Fue justamente gracias a esa tecnología que nació el medidor bidireccional. Es un aparato que la empresa distribuidora (Edenor, Edesur, etc.) coloca en el domicilio del cliente que empieza a utilizar la energía solar. Este elemento permite realizar el balance neto entre la energía demandada y el sobrante, que vuelve a ser inyectado al sistema. Si el balance es favorable a la empresa, se le factura al cliente. En el caso contrario, se abre un crédito para el usuario. Es decir, para el prosumidor. El relato del ingeniero Lenzi es muy ilustrativo:
-En varias oportunidades yo he recibido un cheque de la EPE, que es la empresa de servicios eléctricos de Santa Fe… Era por la diferencia a favor mío.
A esta altura, uno ya quiere poner el sistema en su casa. Conviene conocer los costos:
-Al día de hoy tenés que hablar de 250 mil pesos… Ese número sería una instalación completa, llave en mano… Hay que agregarle un aparato conversor, que lo pone la empresa… eso también tiene un costo, que aquí en Santa Fe es de 2.500 pesos… Ellos van a colocar eso en el medidor, porque el medidor es de ellos… Es un elemento de medición que está calibrado. Entonces vienen y te cambian el medidor que vos tenés, sacan el anterior y ponen uno nuevo con otra tecnología, un poquito más sofisticada. Te cobran ese servicio, no el aparato.
-¿Y vos usas energía solar para la heladera, para el televisor, para las lamparita de tu casa?
-Muchas de las cosas dependen de la potencia solar que haya instalada y del consumo que tenga el domicilio en un determinado momento… Parte de esa energía la vas a consumir directamente de tu equipo fotovoltaico… Pero no todo… Vos podes cubrir una determinada parte, pero no el cien por ciento… Pensá que la curva de demanda grande de energía eléctrica en el país se da a las siete de la tarde normalmente, que es cuando cae el sol. Ahí es cuando entra mucho consumo de energía porque todas las casas empiezan a consumir… A esa hora empieza a anochecer y entonces tenés que recurrir al sistema convencional… La energía solar no es gestionable, no la puede manejar el ser humano a su gusto…
-¿Porque no hay sol para renovar la carga?
-Exacto… porque estos sistema solares no acumulan energía.
Este es el punto crítico de la energía solar. Falta desarrollar el abastecimiento, porque los días nublados y la noche no permiten alimentar la demanda:
-Se podrían colocar sistemas con capacidad de acumulación, pero en principio es algo que en la Ley Nacional no entra ni tampoco en la provincial… Hoy el gran salto a nivel tecnológico mundial se está dando con las baterías… Los módulos, los paneles solares, ya están resueltos, ya se llegó a determinados límites y los avances técnicos que se hacen son muy pocos… Los sistemas energéticos al día de hoy están desarrollando la batería, sistemas de acumulación de energía, más que sistemas de generación. Hay baterías de litio en el mundo, que pasaron a ser las mejores baterías, pero todavía los costos están bastante elevados.
– O sea lo más caro hoy en materia de energía solar son las baterías, no los paneles…
-Los paneles te diría que es lo más barato. En el conjunto, en un sistema de conexión a red, tiene una incidencia del 30 por ciento y en un sistema con baterías tiene una incidencia del 10 por ciento…
Desde aquel febrero de 2014, cuando Lenzi instaló el primer medidor bidireccional en su equipo de energía fotovoltaica y se consagró como pionero de los prosumidores argentinos, el proceso fue creciendo. Despacio, pero incesantemente:
-Hoy en Santa Fe ya hay 400 usuarios que devuelven energía a la red… Y en todo el país, como te dije, seremos 2.000… Va aumentando, sí… Pero para tener una idea, pensemos que en el total del consumo del país eso es nada…
Ahora mismo, en mayo de 2020, los diarios de España están publicando grandes avisos de la empresa Repsol, que anuncia el lanzamiento de Solmatch. Y lo promueve diciendo: “Energía solar generada en el centro de las ciudades, ¿es posible? Llega a nuestro país la primera gran comunidad solar, Repsol Solmatch: un nuevo servicio basado en un modelo energético 100% sostenible con el que se abre un revolucionario camino hacia la generación distribuida de electricidad en España”.
En Argentina la tendencia se había institucionalizado antes.
El 25 de junio del año pasado se produjo la gran novedad en la ciudad de Buenos Aires. Ese día Infobae tituló: “Ya hay un usuario que con paneles solares que obtendrá descuentos de su factura de luz: cómo hacer para sumarse a la iniciativa”. La nota firmada por Laura Rocha agregaba: “Edenor habilitó el primer medidor bidireccional que permitirá inyectar energía en la red”. La protagonista del suceso fue la arquitecta Eugenia Jalil Pizarro, vecina del barrio de Belgrano; con señalada experiencia en energías renovables, la flamante “prosumidora” dotaba a su domicilio de Lacroze y 11 de septiembre del medidor bidireccional. En el Área Metropolitana se sumaron el colegio Aberdare de Bella Vista, una empresa de la avenida Albarellos y un usuario residencial de San Fernando, entre otros que también se decidieron por la energía fotovoltaica.
El resultado parece ser muy bueno y nadie se manifiesta arrepentido por la decisión:
La gente queda gratamente sorprendida… No pueden creer lo que el sol le entrega como energía…Como recurso fotovoltaico o ya sea en algo más común como el agua caliente sanitaria, con los termotanques solares, sobre todo en aquellos lugares del país donde no hay gas natural… Ahí es dónde se dan cuenta del ahorro con las garrafas… La energía en garrafa vale 10 ó 15 veces más que la energía por red… Y de cambiar la garrafa cada diez días pasan a cambiarla cada dos meses…
A esta altura, el cronista -quizás también el lector- está pensando en la conveniencia de sumarse a los 2.000 prosumidores que siguieron el camino iniciado por Marcelo Lenzi en El Trébol. Aún sabiendo que la parte crítica del sistema de energía solar es el almacenamiento. Pero de lo que uno está seguro es de la abundancia del insumo principal, durante todo el año y en toda la extensión territorial de nuestro país. Dicho de otra manera: Argentina es rica en sol. Y una vez más, el ingeniero Lenzi nos ubica en la realidad:
-Comparativamente, Alemania tiene un nivel de insolación en todo su territorio muy bajo… Similar al que nosotros tenemos en una sola provincia como Chubut… Tienen muy bajo el nivel de radiación. Pero ellos tienen instalados en potencia fotovoltaica aproximadamente 45 Gigas, 45 gigavatios de potencia para generar energía con el sol. Y tienen otro tanto de potencia eólica. Nosotros, con todas las fuentes de energía que tenemos en el país, hidroeléctrica, nucleares, termoeléctricas… estamos en los 37 ó 38 Gigas de potencia….Sólo en fotovoltaica Alemania pasa todas las fuentes que tenemos nosotros instaladas en el país…
Con mucha frecuencia advertimos la distancia que hay entre los recursos naturales que tiene Argentina y nuestra escasa capacidad para aprovecharlos. En el caso del aprovechamiento del sol, para Marcelo Lenzi la razón tiene que ver la falta de objetivos a largo plazo:
-Creo que son políticas que se trazan… las políticas en energía renovable son inversiones más largas en el tiempo. Poner una turbina a gas a generar energía es cuestión de comprar la turbina y en tres horas o tres meses como mucho la tenemos en marcha y poniendo energía donde queramos. Obviamente la inversión inicial al ser tan rápido es menor y tiene un costo operativo muy alto que es el gas el fuel oil o el combustible que necesite. En energía renovable solar implica un fotovoltaico de varios megas se pueden poner en marcha en un año pero necesita espacios más grandes y más infraestructura. Nosotros el mejor sol lo tenemos en Jujuy, en la Puna jujeña. Ese es uno de los puntos de mejor irradiación a nivel mundial. Ahora bien, si nosotros lo ponemos allá y el consumo lo tenemos en Buenos Aires toda esa energía después la tenemos que trasladar, la tenemos que transmitir porque el gran consumo del país está en Buenos Aires. Y si vos compras una turbina a gas y el consumo lo tenés en Buenos Aires la podés enchufar directamente en Buenos Aires y te ahorraste de llevar toda esa energía por línea…Bueno, al margen de estas cuestiones, yo creo que en ningún momento las energías renovables se fijaron como prioritarias.
Como imaginaba Alvin Toffler hace cuarenta años, como dijo Jeremy Rifkin la semana pasada, el mundo debe dejar de lado los combustibles fósiles y aprovechar los recursos naturales renovables. Pero ese argumento que tiene cada vez más adeptos debe adecuarse a la realidad de nuestro país. Marcelo lo entiende así:
-También en materia de recursos convencionales nosotros tenemos ventajas extraordinarias… Por ejemplo Vaca Muerta, que es una reserva de petróleo y de gas no convencional, que todo el mundo querría tener… ¡Está en nuestro suelo, bienvenido sea el recurso, es una bendición!… Pero eso hace que reciba, lo mismo que todos los recursos convencionales, la enorme mayoría de los incentivos. Los recursos renovables hasta ahora no tienen incentivos… ¡Y te aseguro que pelea de una manera muy dispar un sistema convencional con uno de energía alternativa!
Desde el fondo de la historia, y en condiciones no siempre favorables, la Argentina ha sido un país vendedor de materias primas. El oro y la plata, los cueros, la lana, la carne, el algodón, el trigo. La soja, cómo no. Inocultablemente influenciado por las novelas de Julio Verne, se me ocurre preguntar:
-Si Alemania precisa energía solar y no tiene suficiente sol… Sí otros países tiene la misma necesidad e idéntica dificultad… ¿qué pasa si Argentina le dice a Alemania “mire yo tengo sol en Jujuy… es la zona de mayor irradiación solar del planeta… le vendo sol”?
A través del Skype noté la sorpresa de Lenzi:
-¿Cómo que le vendo sol?
-Claro, que desarrollen una tecnología que les permita acumular la energía solar… Que la condensen de alguna manera… Y se la lleven. La enorme ventaja sería que se llevan lo producido, pero el producto no se lo pueden llevar, sigue siendo nuestro.
Silencio. Pensé que la fantasía había sido exagerada y que iba a recibir una respuesta científicamente correcta, cargada de la respetuosa comprensión que la ignorancia genera en la gente educada. Pero para mi sorpresa, no fue así:
-No digo que no, podría ser… a futuro a lo mejor podría ser una buena opción… Yo la verdad no lo había pensado… pero ahora que vos me lo decís… Nos falta un sistema de almacenaje. Mira, como van las cosas, los chinos a lo mejor lo tienen eso… Habría que ver la forma de poder trasladar esa energía… Por lo menos, conocido a nivel mundial, no se de nada así… Los que picaron en punta son Japón y Alemania, que desde el 2010 están en el desarrollo de baterías eficientes…
Y agregó, generosamente:
-Gente de Alemania en su momento vino al país, cuando la Argentina estaba muy subsidiada en materia de energía y en costo energético… muchos de los estudios se hacían acá en la Argentina porque lo que se trata de buscar es algún almacenamiento de energía que sea bastante eficiente… Y siempre se comprobó con que la celda de combustible, la celda de hidrógeno, es un buen sistema de almacenamiento de energía… Y en el mundo se viene estudiando desde hace años la fusión del hidrógeno, porque es cero contaminante…
-¿Entonces en un caso hipotético Argentina podría exportar sol?
-Por qué no… A lo mejor alguien ya lo tiene estudiado…
El viejo Verne me había regalado el cierre de la crónica.
Tipo increíble, este francés. Anticipó la existencia de ascensor, predijo el viaje a la Luna y describió el motor a explosión mucho antes de que lo crearan.
Estoy seguro que hoy sería prosumidor, defendería las energías renovables y tendría un medidor bidireccional en su casa.
Fuente: Infobae