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La abrupta caída de la demanda del petróleo y el desplome del precio del barril agravó la situación del sector. La proveedora de servicios petroleros intentará negociar un período de gracia para recomponer el flujo de fondos y luego cancelar la deuda.

El sector petrolero se ubica como una de las industrias más afectadas por la crisis que desató la pandemia del coronavirus. La mayor empresa de servicios petroleros del país, San Antonio Internacional, confirmó a una serie de entidades bancarias que se someterá a un proceso de reestructuración de deuda ante el desplome en la demanda de combustibles y la abrupta caída del precio del petróleo.

La firma, controlada por el fondo de riesgo Lone Star, contrató a la consultora Finanzas y Gestión, al mando de Fernando Balchich, para hacerse cargo del proceso de negociación por u$s 105 millones, indicaron voceros de la compañía El Cronista. En principio, el objetivo será negociar un período de gracia para recomponer el flujo de fondos para luego iniciar la cancelación de la deuda, según había anticipado el sitio especializado EconoJournal.

La industria petrolera enfrenta su peor crisis en 100 años

No es exagerado decir que la industria petrolera enfrenta su mayor crisis en los últimos 100 años. A medida que las economías occidentales entran en hibernación por el coronavirus, el sector encara el hecho de que la demanda de combustibles caerá más rápido que nunca antes.

“La caída del precio del petróleo ya había complicado la situación de la compañía, y desde que comenzó la cuarentena todo se hizo más difícil. De 86 servicios de torre que teníamos activos, pasamos a 16 y los servicios on call bajaron a cero”, detallaron fuentes de la empresa.

Así, con ingresos diezmados por el freno de la actividad, San Antonio está buscando tiempo para pagar su deuda. El objetivo es poder postergar los vencimientos hasta el momento en que se prevé que la facturación vuelva a crecer.

La compañía atraviesa una situación delicada que comenzó en agosto del año pasado, después de las PASO, a raíz del congelamiento de precios del petróleo y combustibles que decreatado por el entonces presidente Mauricio Macri.

“La cuarentena puede terminar en los próximos días, pero nuestra actividad no se va a recuperar mientras no vuelvan a aumentar los precios internacionales. Y la experiencia nos demuestra que ese es un proceso que demora varios meses”, agregaron las fuentes.

Entre los bancos con mayores compromisos con San Antonio Internacional se encuentran Banco Galicia, BBVA y Macro, con préstamos de entre u$s 15 y 17 millones. Sin embargo, no son los únicos: HSBC, ICBC y los estatales Nación, Provincia y Ciudad también otorgaron créditos a la compañía.

Las empresas de servicios petroleros son las más afectadas ante el parate de la economía porque aquellas que más empleados contratan para suplir a proveedores de empresas productoras como, por ejemplo, la estatal YPF, Pan American Energy, Tecpetrol, entre otras.

En este caso puntual, bajo la nómina de San Antonio Internacional se encuentran alrededor de 3700 puestos de trabajo.

El principal cliente de San Antonio Internacional, YPF, decidió que por el parate obligatorio por la cuarentena no reconocerá ningún tipo de remuneración. Esta decisión no sólo complica a las grandes compañías, sino que deja al borde de la quiebra a muchas pymes.

Jorge Ávila, secretario general del Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Chubut, afirmó que este mes será complicado para la continuidad de muchas pequeñas y medianas empresas del sector y criticó el accionar de la estatal. “YPF se compromete a hacer cosas que después no cumple y lamentablemente cada día que pasa, pone más en jaque las empresas de la región”, señaló en diálogo con ADNSUR.

Y agregó: “Necesitamos un entendimiento para salir de esta coyuntura, y que no siga ahogando financieramente a las PyMEs, que les empiece a abonar lo que tienen porque no tiene sentido retenerles la facturación”.

 

 

Fuente: Cronista