La petrolera Roch informó que interrumpió sus operaciones en el yacimiento San Martín, de Tierra del Fuego, porque la terminal de la chilena Enap a la que exportaba registró un caso positivo de Covid-19
En medio de la parálisis que provocó el coronavirus, una petrolera –uno de los sectores “esenciales”, exceptuados por el decreto de cuarentena- se vio obligada a frenar sus operaciones. A través de una nota enviada a la Comisión Nacional de Valores (CNV), Roch informó que suspendió sus actividades de producción de petróleo y crudo proveniente del yacimiento San Martín, ubicado en Tierra del Fuego.
Ese yacimiento tiene un pozo, denominado SMx 1001, al que, por sus características geológicas, los expertos consideran el pozo de petróleo convencional más productivo del país.
Según explicó la empresa, esto es consecuencia de la “imposibilidad de canalizar las ventas de petróleo crudo, por cuestiones logísticas derivadas del Covid-19”.
La producción de Roch en San Martín, explicó la empresa, se transporta en camiones y se vende a la estatal chilena Enap, a través de exportaciones que son entregadas, habitualmente, en su terminal de San Gregorio, en la provincia trasandina de Magallanes.
“Recientemente, Enap anunció la suspensión hasta nuevo aviso de todas las entregas, debido a un brote de Covid-19 en su terminal”, informó Roch.
“La alternativa de evacuación de este petróleo crudo es la Terminal Cruz del Sur operada por YPF S.A., que permanece cerrada hasta que finalicen las reparaciones y el mantenimiento en curso”, agregó, recordando que informó sobre esta situación el lunes, en otra nota enviada al mercado.
“Como consecuencia de la capacidad limitada de almacenamiento de petróleo crudo, la sociedad ha decidido suspender su producción del yacimiento San Martín hasta que dichas restricciones de entrega puedan ser superadas”, señaló.
En tanto, aclaró que las ventas de gas permanecen ininterrumpidas.
“Frente a estos obstáculos, la sociedad se encuentra analizando otras alternativas para evacuar su producción, incluyendo al implementación de aprovechamientos de sinergias entre operadores de la provincia de Tierra del Fuego”, añadió.
En su nota, Roch también advirtió: “Lamentablemente, como consecuencia de los menores ingresos derivados de una menor demanda y la abrupta caída del precio del petróleo, significativas inversiones planeadas para el yacimiento San Martín deberán aguardar un mejoramiento en las condiciones”.
El yacimiento tiene un pozo, denominado SMx 1001, al que, por sus características geológicas, los expertos consideran el pozo de petróleo convencional más productivo del país.
La inversión proyectada en el yacimiento es de u$s 280 millones.
“La sociedad espera que estos factores extraordinarios, en el contexto de la pandemia por el Covid-19 y la crisis del precio del petróleo crudo, sean transitorios. Si bien este escenario podría generar un impacto negativo en los resultados de la sociedad, que, a la fecha no ha podido ser cuantificado, se realizarán los mayores esfuerzos a fin de minimizar las potenciales pérdidas”, completó en su misiva.
Fundada hace 30 años por Ricardo Omar Chacra, Roch es una petrolera que supo consolidarse como uno de los players independientes más renombrados del mercado local. En enero, le vendió activos en Santa Cruz a la noruega Interoil, con lo cual salió de esa provincia y se concentró, principalmente, en San Martín, su principal operación.
El año pasado, sus ingresos subieron 11%, a $ 2317,76 millones. Pero registró una pérdida neta de $ 311 millones, casi el doble que en 2018.
Produjo 1,15 millón de barriles equivalentes de petróleo (BOE), a un promedio de 3136 diarios. Del total, 484.050 fueron de petróleo, un incremento del 40,3% contra el año anterior.
De su facturación, en tanto, $ 1052,65 millones correspondieron a exportación de crudo.
Durante 2019, según consta en su memoria anual, Roch ejecutó inversiones previstas en el plan de desarrollo del yacimiento San Martín, que incluyeron instalaciones de producción y transporte.
En ese contexto, celebró un acuerdo con YPF, mediante el cual se procedió a la reparación, y posterior operación, de un gasoducto perteneciente a la petrolera estatal, lo que le permitió a Roch comercializar los volúmenes de gas adicionales provenientes de San Martín.
Además, se construyó un oleoducto con una traza de 24 kilómetros y una capacidad de transporte de 2000 metros cúbicos diarios, que conectan al yacimiento con la Terminal Cruz del Sur. Esta obra demandó una inversión de u$s 5,9 millones.
Sin embargo, en septiembre, se verificaron inconvenientes en la terminal, que condujeron a que quedara fuera de servicio.
Pese a que YPF esperaba reanudar su operación en diciembre, para entonces, todavía estaba en reparación, lo que obligó a Roch a restringir parcialmente su producción desde el último trimestre del año pasado. Según su último pronóstico –previo al estallido de la pandemia- YPF recién reactivaría la terminal en junio de este año.
Para mitigar ese impacto, Roch firmó un contrato de venta de crudo con Enap, incrementando los volúmenes comercializados por camión.
Este acuerdo es el que, ahora, está interrumpido por la parálisis de la planta chilena.
Al 31 de diciembre, los dos pozos de Roch en San Martín llevaban acumulados más de 250.000 y 141.000 metros cúbicos de petróleo, respectivamente.
Fuente: Cronista