El Gobierno del presidente ha anunciado proyectos altamente dependientes de los hidrocarburos, como la construcción de la Refinería Dos Bocas en Tabasco con una inversión de USD 8,000 millones
La caída en los precios del petróleo por la crisis mundial del coronavirus ha puesto en evidencia las debilidades de la transición energética en México, sector que aún depende de los hidrocarburos, según coinciden varios especialistas.
A principios de 2020 el mundo comenzó a ver una caída en la demanda del petróleo por la reducción de energía en China que se fue extendiendo al mismo tiempo que el coronavirus, explicó a Efe Emily Medina, especialista en el sector energético, asociada al “Energy Policy Research Foundation”.
“El precio empieza a bajar porque existe una sobreoferta del petróleo en los países exportadores y los aliados empiezan a analizar estrategias para regularizar los precios, y eso acabó muy mal“, puntualizó a Efe Pablo Ramírez, experto en clima y energía de Greenpeace México.
“Se desata una guerra de precios entre Arabia Saudita y Rusia que genera que los precios internacionales del petróleo estén afectando la economía que depende de la exportación, como México”, advirtió.
SOBERANÍA ENERGÉTICA DE MÉXICO
Con un discurso de soberanía energética, el Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador ha anunciado proyectos altamente dependientes de los hidrocarburos, como la construcción de la Refinería Dos Bocas en Tabasco con una inversión de USD 8,000 millones.
“La soberanía energética es completamente deseable, pero ahora la soberanía energética va a ser renovable o no va a ser, ya no será a través del petróleo y tampoco podemos tener soberanía de los procesos que generan electricidad con gas porque no tenemos gas”, dijo Ramírez.
En la dirección opuesta a la transición energética mundial, México no está en proceso de cumplir con sus compromisos internacionales como miembro del G20 hacia una economía de cero emisiones para 2050, consideran los expertos.
Para frenar el calentamiento global, los países adscritos al Acuerdo de París deben cumplir sus metas climáticas mediante las Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDCs, por sus siglas en inglés) para lograr una trayectoria de aumento de la temperatura del planeta de 1.5°C.
Con números rojos para la reducción de gases de efecto invernadero, la Iniciativa Climática de México prevé que para 2030 el país sólo limitaría sus emisiones a 755 MtCO2e (medida en toneladas de la huella de carbono).
“México necesita reducir sus emisiones por debajo de 436 MtCO2e para 2030 y por debajo de 91 MtCO2e para 2050 para estar dentro de su parte justa rango compatible con 1.5 °C global“, señala el reporte del 2019 de la organización climática.
Uno de los mayores problemas del país es que los hidrocarburos permean todos los sectores, y la política energética y climática no son la excepción, a pesar del potencial nacional en fuentes renovables competitivas internacionalmente.
LA APUESTA POR ENERGÍAS RENOVABLES
“Tenemos que empezar a aprovechar lo que sí tenemos, ¿y qué tenemos?, tenemos sol, viento, geotermia, es súper importante que empecemos a utilizar los recursos que ya existen”, destacó Ramírez.
Las energías renovables pueden contribuir significativamente a los objetivos de reducción de emisiones dotando de energía al país a un menor costo que las fósiles, aseguró a Efe el presidente de la Asociación Mexicana de Energía Eólica (AMDEE), Leopoldo Rodríguez.
“Con los precios tan bajos de gas natural y de petróleo de hoy en día, las energías renovables son competitivas”, subrayó.
Los precios más bajos en las licitaciones eléctricas han sido ofrecidos por proyectos de energías renovables con un precio nivelado de energía de entre 17 y 40 dólares por megavatio-hora (MWh), en comparación de los 35 a 50 dólares en los que rondan los proyectos fósiles, detalló.
Para materializar la dirección de la energía, el gobierno federal se comprometió a publicar a finales de marzo su Programa Especial de Transición Energética, documento que ha sido retrasado desde enero.
Sin embargo, el anuncio de los proyectos de inversión en el sector energético se dará en un momento en el que los precios del petróleo han llegado a mínimos, indicó Medina.
“Dudo que le vayan a dar prioridad a los proyectos de energía renovable, yo creo que mayormente va a ser proyectos relacionados a Pemex (Petróleos Mexicanos), por ejemplo, proyectos de contratos de servicio”, consideró.
Seguir apostando a Pemex no es el camino correcto, señaló, pues México ha entra en la batalla del petróleo con mal posicionamiento dado que en 2019 Pemex tuvo pérdidas récord de USD 18,367 millones, un aumento del 91.8% con respecto a 2018.
“Esto es inédito y curiosamente esto sucedió en el año que el gobierno decidió rescatar a Pemex, entonces es evidente que ese rescate no está funcionando y esto tiene consecuencias para la economía de México porque el gobierno respalda a Pemex”, agregó.
Rodríguez destacó que el sector de la energía renovable en México requiere de reglas claras e inversiones en materia de transmisión de infraestructura eléctrica “porque ya hay muchos cuellos de botella en el país”.
La lección del desplome del petróleo para México es que debe dejar atrás los hidrocarburos y apostar a las energías renovables, concluyeron los expertos.
Fuente: Infobae