El Gobierno trabaja en un precio sostén para la producción de crudo, mientras el valor internacional se derrumba a U$S20. Aprovechan la baja de precio para actualizar el tributo.
El Gobierno nacional decidió abrir una serie de negociaciones con las provincias productoras de hidrocarburos y las empresas petroleras para reinstalar un precio sostén o “barril criollo” con el objetivo de evitar que la producción se derrumbe y se pierdan puestos de trabajo.
Por otro lado, la gestión de Alberto Fernández decidió que a partir del miércoles descongelará el impuesto a los combustibles, según informaron fuentes oficiales a la agencia NA.
Ese descongelamiento impositivo no tendrá impacto en el precio del surtidor dado que el incremento va a ser absorbido por las refinadoras que se ven beneficiadas por la caída del precio internacional del crudo, de acuerdo con la interpretación oficial.
Lo precios del petróleo volvían a bajar fuerte ese lunes y el valor del barril Brent del mar del Norte, de referencia para la Argentina, se ubicaba en torno a los 26 dólares, continuando en el nivel más bajo desde mayo de 2003.
En este escenario, el Gobierno argentino está trabajando para establecer un esquema de retención variable vinculado al precio internacional del crudo que permite amortiguar las variaciones extraordinarias por motivos exógenos al mercado.
El acuerdo debe incluir un compromiso para sostener la producción y el empleo, además de potenciar a los proveedores locales que tienen que tener un rol protagónico en este esquema, dijeron a NA las fuentes consultadas.
El Estado nacional está oficiando como mediador para garantizar que el acuerdo de partes se cumpla.
El ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, está llevando adelante una negociación con todos los actores para fijar un barril criollo. Las provincias productoras quieren un barril de 54 dólares. Eso les permitiría sostener la actividad y también la recaudación, ya que buena parte de sus ingresos fiscales provienen de las regalías. La Nación aplicaría un precio más bajo, en torno a los U$S40.
El expendio de combustibles cayó dramáticamente desde el inicio de la cuarentena. La venta de naftas bajó hasta 70 por ciento. La de gasoil un poco menos, aunque se vende la mitad de combustible que en condiciones normales.
Este escenario combinado de caída de precios internacionales y mínima demanda interna hace que las productoras reduzcan al máximo las extracciones y las refinerías tengan depósitos a pleno.
Fuente: TN